Al menos es lo que se trasluce luego de que respondiera de forma cortante una consulta sobre la titular del Senado. Cabe recordar que fue ella quien el pasado viernes, durante un acto en la ciudad de La Plata, manifestó que los ministros del gabinete que integran deberían buscar otro trabajo si les da miedo cumplir con el deber que tienen dentro de la coalición gobernante.
En ese sentido, hubo dos clases de reacciones de parte de algunos de los personajes que integran el Frente de Todos. Algunos, como en el caso del canciller Felipe Solá, utilizaron la ironía para referirse a la opinión de Cristina Kirchner. En ese punto, se dio el lujo de decir que no le vendría mal conseguirse otro trabajo tal y como postuló la vicepresidenta a fines de la semana pasada en la propia cara al Presidente de la Nación.
Sin embargo, hubo otros que prefirieron agachar la cabeza y auto humillarse como es el caso del mismísimo jefe de Gabinete, Santiago Cafiero quién aseguro que Cristina Kirchner tenía toda la razón. Pero no sólo el nieto del histórico dirigente del peronismo bajó la cabeza de forma muy obediente a la vicepresidenta. Otro que siguió ese ejemplo fue también alguien que supo ser ministro de Salud durante el tramo final de la gestión de Cristina Kirchner.
Se trata ni más ni menos que del gobernador Juan Manzur, quien ante la consulta periodística respondió de forma miedosa, que lo que dijo Cristina Kirchner está bien. Incluso, dio a entender que, al tratarse de la vicepresidenta, era algo lógico unas críticas de ese estilo. Se trata del mismo Manzur, que en su momento había dicho cuando estuvo envalentonado, que Cristina Kirchner era cosa del pasado.
Claro que esos eran momentos en los cuales la vicepresidenta se encontraba fuera del poder y nadie imaginaba que podría volver 4 años después y menos de la forma en la que lo hizo. El temor de Manzur se funda en el hecho de que sabe que para las elecciones legislativas del año que viene, la pretensión de ella es la de digitar quién será titular en la lista de senadores por parte del peronismo local para integrar la nueva conformación de la Cámara alta.
Como adelantamos desde este medio, la que pica en punta es una de las fanáticas incondicionales de la vicepresidenta, como es el caso de Beatriz Rojkés. La esposa del todavía senador acusado de violación contra su propia sobrina, José Alperovich, es la dirigente en la cual Cristina Kirchner habría puesto su predilección a pesar de que en Casa de Gobierno no quieren saber nada con los integrantes del clan Alperovich.
Tal vez una de las pocas coincidencias que tengan todavía Manzur y Osvaldo Jaldo sea la de no integrar la que consideran su lista a familiares del ex gobernador de Tucumán. Sin embargo, el temor les impide manifestarlo a viva voz. Será cuestión de que avancen los meses para comprobar si en el momento de la verdad, Manzur y Jaldo permiten, al igual que el presidente Alberto Fernández, que sea Cristina Kirchner la que maneje el poder.
