Luego de que Cristina Kirchner criticara a los ministros del Gabinete del presidente Alberto Fernández, todo parece indicar que comenzó oficialmente la temporada de cacería de ministros. Esto se debe al hecho de que han comenzado a darse una serie de lo que podría denominarse “operaciones” en contra de algunos de los funcionarios nacionales más cercanos al Jefe de Estado contra los que apunta el kirchnerismo.
En ese marco, la vicepresidenta avisó por las buenas y mandó a varios ministros a conseguir otro laburo. Ella espera que algunos ministros de Alberto Fernández sepan interpretar sus palabras del viernes y se den un baño de humildad. O sea, renuncien. Y es que la vicepresidenta considera que hay 3 cambios que son imprescindibles: la salida de Cancillería de Felipe Solá, de Marcela Losardo del Ministerio de Justicia y de Ginés González García del de Salud.
El problema es que los 3 avisaron que por ahora no se van. ¿Entonces? Muy simple, si no se van por las buenas, se irán por las malas en algo que parece ser kirchnerismo de manual. Ahora bien, cabe preguntarse entonces, ¿Por qué el cristinismo duro no se banca a Felipe Solá? Porque no lo consideran apto para la función y porque ataca sistemáticamente a Venezuela, socio estratégico del kirchnerismo.
Por otro lado, ¿Qué pasa con Losardo? El kirchnerismo duro se colgó de un artículo periodístico que sostiene que ella y su esposo tuvieron cuentas Off Shore en Miami. La ministra sabe muy bien quién es la irresponsable que quiere voltearla. En el Instituto Patria piensan que Losardo es tibia y su marido tiene una relación demasiado buena con el Daniel Angelici, a quien acusan de ser el principal operador judicial de Mauricio Macri.
El kirchnerismo primero invita generosamente a que se vayan, pero sino entendieron el mensaje, lo expulsan apelando a lo peor. Operaciones, escraches y persecución. A todo esto, ¿Qué dice el Presidente, siempre con el micrófono apagado?. Alberto Fernández dice que mientras él sea presidente, Cristina Kirchner no va a echar ni nombrar ministros. Sin embargo, el ultrakirchnerismo le dice que es el macho del off the récord.
En ese sentido, es cierto que cuesta encontrar al presidente jugándosela por algo cuando los micrófonos están encendidos. De hecho, los propios ministros hicieron notar que cuando el presidente los respaldó el lunes ya era tarde por que dejó pasar todo el fin de semana completo luego de que la mismísima Cristina Kirchner los mandara a buscar trabajo, luego de que los criticara abiertamente en La Plata.
En las próximas semanas sabremos si Alberto Fernández le entrega o no definitivamente la llave de la Casa Rosada a su vicepresidenta. Si es el Presidente de la Nación o un conserje vicepresidencial, teniendo en cuenta que no hay ninguna cosa que haya pedido Cristina Kirchner que él no le haya concedido. Claramente, si se produce un cambio en el Gabinete de Ministros, será para darle el gusto nuevamente.