Para la Justicia no fue un accidente, fue un asesinato. La causa por la masacre de San Miguel del Monte tiene a cuatro policías imputados por la muerte de cuatro jóvenes y una adolescente que está internada en estado crítico. Hay otros cuatro agentes acusados de encubrimiento y falsificación de documento, entre las que figura una oficial detenida este viernes. Otros ocho agentes fueron separados de sus cargos por Asuntos Internos.
Mientras avanza la investigación contra los policías acusados de perseguir, disparar y provocar el choque de un Fiat 147 en el que viajaban cinco chicos, la Justicia analiza si el caso esconde una trama aún más grave. Todavía no están claras las circunstancias por las que los dos patrulleros involucrados en el hecho empezaron a seguir al auto. La primera versión que brindó la Policía aseguraba que fue un sólo móvil, que volvía de un control vehicular, el que siguió al auto y que por un llamado al 911 intentó pararlo y el 147 escapó. Terminó impactando contra el acoplado de un camión estacionado sobre colectora de Ruta 3, el lunes a la madrugada.
El coche era manejado por Carlos Aníbal Suárez (22), que iba con
Camila López (13), Danilo Sansone (13) y Gonzalo Domínguez (14). Los
cuatro murieron por el impacto. También los acompañaba Rocío
Guagliarello (13), una adolescente que está en terapia intensiva en una
sala del Hospital “El Cruce”.
Las mentiras fueron saliendo a la luz con el correr de las horas. Primero se supo que fueron al menos dos los patrulleros que participaron de la persecución. Para ocultar al segundo móvil, los policías habían dicho que se encontraba en otra localidad. Con el GPS del vehículo se supo que era falso. Fuentes del caso señalaron a Clarín que otras evidencias ubican a un tercer patrullero en el hecho.
Lo que ahora está en duda es si verdaderamente ese operativo de tránsito del que decían volver los agentes existió. Nadie puede entender qué es lo que originó una persecución tan salvaje de tres camionetas de la Policía a un Fiat 147 con cinco pasajeros adentro, que tampoco escapaba a gran velocidad. Tanto familiares de las víctimas como voceros del caso dicen que “quizás los chicos vieron a los policías en una situación comprometedora“. Fuentes del caso dijeron a Clarín que en los videos de la persecución hay una “ventana de 15 segundos” en los que no se sabe qué sucedió.
Según una denuncia que llegó a las más altas esferas del gobierno nacional, en el paseo por la zona de la Laguna, los chicos habrían visto a los agentes en medio de una transacción narco. Y en ese contexto aparecen rumores que la Justicia también analiza: audios anónimos que serían de agentes de San Miguel del Monte horas después de la masacre. Uno habla del supuesto ofrecimiento de cerca de 100 mil pesos al chofer del camión contra el que impactaron los chicos para que no hable, y otro de policías bajando droga en un negocio de la zona. Los investigadores todavía no pudieron confirmar la veracidad de esos audios y si las voces pertenecen a los agentes.
“Lo que el Ministerio de Seguridad de la Nación ha recibido, que hay que ver si es verosímil o no, son pruebas que enviamos al fiscal y demuestran algo más complejo que el sólo hecho de haber detenido un auto y haberle tirado”, dijo Patricia Bullrich en una conferencia de prensa el viernes a la mañana. “Se están manejando varias hipótesis”, explicaron fuentes con acceso al expediente.
Al mediodía, la jueza de Garantías de La Plata, Marcela Garmendia, confirmó las detenciones e imputaciones del capitán Rubén Alberto García, el oficial Leonardo Daniel Ecilape, el oficial ayudante Mariano Ibáñez y el oficial Manuel Monreal. García es el que en un video se ve con medio cuerpo afuera del patrullero, en posición de tiro. Están acusados de “cuádruple homicidio doblemente agravado (por abuso de función y por uso de arma)” y por la tentativa de asesinato de Rocío.
En el dictamen, Garmendia consideró acreditado que “al menos” dos patrulleros intervinieron en la “injustificada” persecución contra el Fiat 147 Spazio. En un primer momento, los funcionarios policiales presentaron el caso como un accidente de tránsito. La movilización de los familiares de las víctimas y los aportes de testigos ocasionales obligaron a revisar el episodio. En el medio hubo una fuerte protesta vecinal frente a la comisaría local.
Ahora, la Justicia tiene acreditado –con las pruebas que existen hasta el momento- que “uniformados de la comisaría de San Miguel del Monte, mientras recorrían las calles en dos móviles, comienzan un seguimiento injustificado al ver el Fiat 147, para interceptarlo”. Esta actitud, entiende Garmendia, “propicia una maniobra evasiva del conductor y se inicia una persecución en claro abuso de sus funciones”.
En el siguiente punto se describe la acción ilícita más gravosa: “Al menos desde dos vehículos policiales, con el propósito de producir su muerte, efectuaron –al menos- cuatro disparos” con sus armas reglamentarias (Bersa Thunder). La resolución de la jueza confirma que uno de los jóvenes ocupantes resultó herido de bala.
En otro apartado la jueza describe que otra pareja de policías que recorrían la ciudad en patrullero y el oficial de servicio de la comisaría de Monte falsearon declaraciones y falsificaron documentos. Son los agentes Cristian Righero, José Domínguez y Juan Manuel Gutiérrez, quienes también seguirán detenidos.
Horas después, se sumó a la lista de detenidos la oficial subayudante Melina Noelia Bianco, quien se presentó por su cuenta este viernes ante el fiscal del caso, Lisandro Damonte. “Vio todo y lo ocultó. No informó exactamente cómo fueron las circunstancias en que se desarrolló el hecho”, explicaron a Clarín en los tribunales de La Plata. También habría firmado un acta con datos falsos.
Otros ocho agentes fueron desafectados por Asuntos Internos. El último en integrar la lista fue el teniente Héctor Enrique Ángel y José Duran, los dos jefes de calle de la comisaría de San Miguel del Monte. Sobre ellos dos pesan denuncias por supuesta connivencia con delincuentes y narcos de la zona.
Colaboró: Fabián Debesa/Agencia La Plata