Las malas noticias no se hacen esperan en Argentina. Ayer se conoció que la canasta básica subió más que la inflación y que una familia necesita $54.208 para no ser pobre. Y es que este dato hace referencia a la canasta que mide el piso de lo que se necesita tener en cuanto a ingresos mensuales una familia para no caer en la indigencia o la pobreza. La Canasta Básica Total (CBT) es la que contiene alimentos y servicios.
Mientras tanto, una familia tipo necesitó $22.681 para la Canasta Básica Alimentaria (CBA) y no caer en la indigencia. El punto es que si se toman los valores de hace 12 meses, en diciembre de 2019 el mismo grupo familiar necesitó $15.524 para cubrir esta canasta y esquivar la indigencia, lo que muestra que su valor se incrementó 45,5%, es decir, casi 10 puntos porcentuales de la inflación en el mismo período 2020: 36,1%.
De esta manera, la canasta que mide la indigencia aumentó casi 10 puntos más que la inflación. Aunque no en la misma proporción, la canasta que mide la pobreza que contiene alimentos y servicios, también aumentó por encima de la inflación. Y es que en diciembre de 2019 hacían falta $38.960, lo que significa que aumentó 39,1% en solo un año. En ambos casos, los valores que se toman son lo que relevan en el índice de precios de consumidores del Gran Buenos Aires.
Esto implica que en el interior del país en donde el peso de los subsidios para los servicios públicos, como por ejemplo, el transporte es menor y sus valores son más altos, la suba fue más pronunciada. Es por ello que el aumento de los precios fue mayor en Tucumán que en el promedio nacional. A su vez, en el Gran Tucumán-Tafí Viejo esa variación ha sido del 54,5%, lo que marca la profundidad del problema socioeconómico en el principal aglomerado urbano.
Cabe recordar que, así como el valor de la canasta básica subió por encima de la inflación del 36,1% en el 2020 debido a que registró un aumento del 39,1%, en Tucumán la variación interanual ha sido del 40,4%, es decir, por encima incluso que en el AMBA. Mientras que a nivel nacional, una familia tipo requirió $54.207 mensuales para poder cubrir sus gastos alimentarios y de servicios mínimos, en Tucumán esa canasta fue calculada en $45.987.
Pero cabe recordar que la mayoría de los precios permanecen pisados a la fuerza por parte del Gobierno nacional. Esto significa que si este año se liberan los valores de la mayoría de los insumos que componen la canasta básica junto con los servicios cuyos precios buscan actualizarse, entonces la situación sería todavía peor para el bolsillo de los ciudadanos de todo el país, sin distinción de clases sociales.
De todos modos, mes a mes el ciudadano de a pie puede comprobar por sí mismo que el precio de los productos en las góndolas de los supermercados, se modifican de forma regular. Esto significa que el Gobierno nacional ni siquiera tiene la capacidad de hacer cumplir sus propios programas de precios. Mientras tanto, es la sociedad en su totalidad la que debe pagar la ineptitud del oficialismo en materia de política económica.