Como futbolista, Michel Platini fue autor de una de las páginas más gloriosas de la historia del fútbol mundial. Pero no así en su rol como dirigente en ese deporte.Este martes, el francés -tres veces mejor futbolista del mundo elegido por France Football- fue detenido en Nanterre, a poco más de 10 kilómetros de París, por una supuesta corrupción en la adjudicación a Qatar del Mundial 2022.
Este no es el único acontecimiento polémico en el que fue partícipe Platini. En 2016, luego de nueve años en el mandato, fue destituido de su cargo como presidente de la UEFA e inhabilitado para realizar cualquier actividad relacionada con el fútbol por seis años, tras la investigación del escandaloso caso del FIFAgate.
Sin embargo, el Tribunal de Arbitraje Deportivo redujo la sanción a cuatro años y la misma expira en octubre de este año. Pero el panorama del astro francés parece estar complicado.
Entre otras funciones como dirigente, también fue parte del Comité Organizador del Mundial de Francia 1998, en el que la selección gala se quedó con su primera Copa del Mundo, y desde el 2002 fue parte del Comité Ejecutivo de la FIFA hasta la inhabilitación.
Hablar de él como protagonista dentro de un campo de juego es otra cuestión. Es reconocido por la FIFA como uno de los mejores jugadores del siglo XX. El mediocampista fue galardonado en tres años de manera consecutiva como el mejor jugador de la temporada (1983,1984 y 1985). A pesar de su posición, tenía mucho gol y, además, se destacaba no sólo por su visión de juego sino también por su pegada en los tiros libres.
Sus dotes realmente eran innatos. A los 18 años debutó en la Primera del fútbol francés, en el Nancy (hoy milita en la liga B de Francia). Luego de un descenso, con él en el equipo, logró la vuelta a la máxima categoría y más tarde se coronó levantando la Copa de Francia.
Después de siete años allí dio el salto al Saint-Ettiene, uno de los grandes clubes del país en aquel momento. En el equipo verde estuvo de 1979 a 1982. Sólo ganó un título: la liga local en 1981. Pero pudieron haber sido tres, ya que perdieron dos finales de la Copa de Francia. Platini seguía deslumbrando con su fútbol y en el horizonte cercano se acercaba la Juventus italiana, un poderoso a nivel mundial.
En Turín fue donde más se lució. Allí fueron los mejores años de Platini como futbolista y en donde decidió retirarse con 32 años. En el club italiano, considerado uno de los mejores de la historia, consiguió siete títulos: dos Ligas, una Copa de Italia, una Copa de Campeones de Europa, una Recopa europea, una Supercopa europea y una Copa Intercontinental. Esta última, en 1985, recordada en Argentina por ganarla ante Argentinos Juniors en una dramática definición por penales. El 10 francés fue autor de uno de los goles del empate 2-2, y también de uno de los tiros desde los doce pasos (4-2) que definió la serie.
El éxito en los Mundiales con la selección francesa le fue esquivo a Platini. Nunca pudo salir campeón. En 1978 no pasó de la fase de grupos y en 1982 y 1986 fue eliminado en semifinales ante quien fue su verdugo en las dos oportunidades, Alemania. Sin embargo, sí pudo quedarse con una Eurocopa y la Copa Artemio Franchi, competencia que enfrentaba al campeón de Europa con el de América.
Un año después de su retiro como futbolista se puso el saco de entrenador de la selección de Francia, pero su trabajo en esa faceta pasó prácticamente desapercibido.
Platini tenía todo para ser recordado como uno de los mejores futbolistas de la historia del fútbol mundial. Su paso como dirigente fue tachando la gloriosa etapa que supo escribir en el verde césped y ya -con tantas manchas- no es visto con la gloria de antes.
JCh.
