La policía, junto a efectivos de la Guardia Urbana de Yerba Buena, esta madrugada detectaron una fiesta clandestina en avenida Solano Vera y Constancio Vigil, en la que había más de 100 personas.
Los efectivos primero tomaron contacto con la propietaria del domicilio, quien no quiso identificarse. Le pidieron a la propietaria del lugar que invitara a los invitados a retirarse. Ella accedió al pedido. Pero las personas, al salir, comenzaron a insultar al personal y no faltaron quienes arrojaron piedras y botellas de vidrio.
Un joven de 17 años fue detenido. Posteriormente, la defensora de menores dictaminó que el adolescente que había atacado a la policía debía ser entregado a sus progenitores y que no se realizara ninguna causa.
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