Luego de tres días de protestas en el centro tucumano, los empleados del supermercado Emilio Luque volvieron a sus puestos de trabajo. Las puertas de las diferentes sucursales abrieron el fin de semana tras el acuerdo que al que llegaron los representantes de los trabajadores con los empleadores, quienes prometieron pagar lo que resta del salario de mayo con la recaudación.
La firma se comprometió a pagar $ 3.000 a cuenta de los dos tercios del sueldo de mayo que aún está en mora y, de lo recaudado en las ventas, se destinará al pago del resto de los haberes adeudados. “Con las ventas del sábado y del domingo se abonará lo que resta del salario que nos deben”, expresó el delegado Miguel Zelaya.
“Estamos nuevamente en el lugar de trabajo. Lo mejor que nos podía pasar era encontrar runa la salida para volver a trabajar. Los compañeros pedían tener algo para sustentar a la familia durante el fin de semana”, agregó.
Luque, quien prefirió no dar declaraciones, se habría comprometido con los proveedores para que los supermercados repongan mercadería y las góndolas no estén vacías. Hoy, la firma presentaría un recurso judicial para destrabar el embargo de Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) por deudas impagas de alrededor de $ 50 millones.
La protesta de los trabajadores se desató porque, tras meses de pagar los sueldos en efectivo y en cuotas, se había abonado apenas un tercio de los haberes de mayo. La planilla salarial de los cerca de 1.200 empleados ronda los $ 37 millones. La deuda salarial alcanzó los $ 25 millones.
Los trabajadores de Luque habían definido marchar hacia la Plaza Independencia. Pero resolvieron retrasar la movilización, prevista para las 9, hasta las 11, para evitar el celoso operativo policial para el acto oficial de jura de la bandera que encabezó el gobernador, Juan Manzur.