Durante celebración por el 243º aniversario de la Declaración de la Independencia de los Estados Unidos, en una fiesta que tuvo como temática el estado de Texas, el embajador norteamericano en Buenos Aires, Edward C. Prado, ratificó las relaciones de amistad entre su país y la Argentina.
Tras agradecer la presencia de los invitados en su discurso, el embajador Prado destacó la amplia agenda bilateral. “Vemos en Argentina un par, un socio igualitario con el que compartimos ideas e intereses. Me animo a decir sin reservas que esta relación nunca ha sido más fuerte que hoy”, dijo.
“Nuestros valores compartidos han hecho posible la cooperación en materia de democracia, derechos humanos, seguridad, comercio, inversión e intercambios educativos y culturales. Colaboramos en muchos niveles, desde satélites hasta el desarrollo de Vaca Muerta. Y estamos unidos por la amistad. Uno de cada cuarenta y cuatro argentinos nos visitó el año pasado. Y quinientos mil estadounidenses vinieron a Argentina”, indicó el embajador, quien además recordó que “Estados Unidos sigue siendo el principal inversor extranjero” en Argentina.
“La amistad con la Argentina es como un brownie con dulce de leche”, describió Prado, dando a entender que la unión de ambos países es “una combinación perfecta”. “Un amigo entiende tu pasado y cree en tu futuro”, agregó en referencia a la “amistad” -lema del estado de Texas-, entre las dos naciones.
La conmemoración realizada en el Palacio Bosch del barrio porteño de Palermo fue protagonizada por 400 invitados especiales. Durante la celebración se sirvió una barbacoa típica de Texas y en ese contexto el embajador Prado reivindicó la resistencia de los texanos durante los acontecimientos de El Alamo, los 13 días de asedio del ejército de México en 1836.
Asimismo, Prado ratificó la intención de las empresas de Estados Unidos de seguir invirtiendo en la Argentina y reivindicó la política de puertas abiertas del gobierno nacional respecto a permitir el ingreso de los exiliados venezolanos “que están defendiendo su libertad”.
Antes de que hablara Prado fue interpretado el himno nacional y el de los Estados Unidos, hubo música típica norteamericana que convivió con las hamburguesas de carne, las vegetarianas y la cerveza. El dress code era estilo tejano y pudieron verse algunos sombreros típicos, incluido el del propio embajador.
En el lugar hubo también un “salón vaquero” en el que se divirtieron los presentes, entre los que estuvieron la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, su par bonaerense, Cristian Ritondo, el precandidato a presidente, José Luis Espert, el economista Gabriel Sánchez Zinny, así como también los embajadores de Reino Unido, Italia y Venezuela, entre otros invitados.
Fotos: Nicolás Stulberg