Tanto el Gobierno provincial como el municipal circunscribieron el conflicto que derivó en el paro del transporte público de pasajeros a un estricto problema sindical entre los choferes de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) local y los representantes de la Asociación de Empresarios del Transporte Automotor de Tucumán (Aetat). Mientras, la huelga entró en el quinto día y no hay señales de una solución en el corto plazo.
Ante este escenario, tanto el gobernador Juan Manzur como el vicegobernador Osvaldo Jaldo remarcaron que “la solución pasa por que se pongan de acuerdo los choferes con los empresarios”, y apuntaron que el Estado provincial cumplió con los subsidios.
Pero el presidente de la Legislatura también expresó su contrariedad por la medida de fuerza. “Todas las empresas y la gente tienen problemas por estos días; pero no comparto para nada este paro y menos en la fecha que lo realizaron: el día en que Tucumán es la capital del país”, remarcó.
“No hay dudas de que las dificultades económicas existen, que los problemas están, pero con diálogo entre las partes -incluida la Provincia y la Municipalidad, seguramente se podría haber llegado a un acuerdo como en otras ocasiones. Pero dejar sin transporte a la gente en esta fecha fue una equivocación. Los choferes y los empresarios se equivocaron en el tiempo y en el momento para hacer este paro”, apuntó Jaldo.
Sanciones
Por su lado, el intendente de la capital, Germán Alfaro, enfatizó que su administración no maneja ningún tipo de subsidio al transporte público, y que evalúan la falta de prestación del servicio y las sanciones previstas, que podrían llegar a la caducidad de las concesiones.
Durante los actos por los 203 años de la declaración de la Independencia, Alfaro advirtió que se están analizando los pasos a seguir después de verificar que no se prestó el servicio. “Esta falta establece sanciones que están especificadas, y vamos a llegar hasta las últimas consecuencias que es la caducidad de las concesiones”.
Según el intendente capitalino, los empresarios no asumieron sus responsabilidades ya que, al momento de tomar las concesiones de las líneas del transporte urbano, sabían cuáles eran las condiciones que debían cumplir. “El mal momento económico afecta no sólo a la gente sino también a las pequeñas y grandes empresas, al comercio. Nos pasa también en el gobierno municipal, y en la Provincia y en la Nación. Todos estamos afectados por la crisis. El vecino hace su aporte con el pago del boleto y no se puede subsidiar más porque, en definitiva, el Estado es el vecino”.
Sólo llamadas
Según se informó, las partes en conflicto sólo mantuvieron el martes una comunicación telefónica, pero no hubo ningún tipo de avance. De acuerdo con las declaraciones del vicepresidente de Aetat, Jorge Berretta, los empresarios no cuentan con los fondos suficientes para cancelar los sueldos de junio, pero que podrían cumplir con ese pago si desde el Gobierno provincial les adelantan el subsidio.
También insisten con que el retraso de tres meses en el envío de los subsidios de la Nación es parte de las dificultades que llevaron a la crisis del sector.
El “otro paro”
Por su lado, el secretario de la UTA local, César González, indicó que rechazaron la oferta de los empresarios de hacer efectivo el 70% de los salarios ahora y el 30% restante a fin de mes. “No vamos a levantar el paro hasta que se pague el 100% de los sueldos de junio”, dijo, y aclaró que siguen abiertos al diálogo.
En este sentido, el dirigente sindical advirtió que la medida de fuerza podría extenderse hasta el viernes.
Cabe señalar que ese día, la conducción de la UTA nacional dispuso un paro en todo el país por el incumplimiento de los empresarios al acuerdo firmado en la última paritaria salarial.
Respecto de los dichos de Jaldo, señaló que entiende que “no es el momento para un paro”, pero pidió que también entiendan que “somos trabajadores y no nos pagan el sueldo que deberían haber cancelado el jueves pasado”.