Finalmente, se conocieron los fundamentos de la condena a 12 años de prisión a Lázaro Báez por lavado de dinero. Los argumentos que sustentan esta sentencia fueron emitidos por el tribunal que juzgó al empresario, y hay una sentencia de 3065 páginas que confirma que Lázaro Báez es Cristina. De este modo, la vicepresidenta comenzará a sentir que la Justicia le respira en la nuca.
Los fundamentos de la condena a 12 años de prisión aportan una catarata de datos y precisiones absolutamente irrefutables. La presentación realizada por el Tribunal Oral Federal 4, en la que dan sustento a la sentencia aplicada al empresario ligado al kirchnerismo, resultó contundente. Y es que esta fundamentación responde con contundencia algunas preguntas clave que en su momento se hicieron.
¿De dónde sacó Lázaro los más de 3500 millones de dólares que blanqueó? Se los entregaron Néstor y Cristina por licitaciones direccionadas con coimas y sobreprecios del 65% de promedio. Es lo que llaman en el fallo delito precedente. Eran fortunas sucias, productos de la mega corrupción de estado. Fondos contaminados, dice el expediente y por eso había que lavarlos sí o sí.
Acerca de la causa que involucra a Báez, no fue la ruta del dinero K, fueron cientos de autopistas del dinero K que conducían a Néstor y Cristina. Lázaro y Cristina deberían ingresar al libro de los Récords Guinness. Y es que nunca nadie robó tanto ni durante tanto tiempo. Ahora bien, cabe preguntarse entonces, ¿Qué impacto puede producir esta condena sobre la expresidenta de aquí en más?
Los 12 años de prisión para Lázaro Báez son luces que se prenden en la cabeza de Cristina de una manera muy especial. Como un anticipo. Pocos se atreven a decirlo, pero todo el mundo lo sabe, Lázaro Báez es Cristina. Y es que son lo mismo. Lázaro fue el amigo, testaferro, socio, empleado y cómplice del matrimonio Kirchner. Fue una pieza clave en el ladri progresismo feudal.
Muerto Néstor, la jefatura de la asociación ilícita fue ocupada por Cristina. Y si a esto le llaman Lawfare o guerra judicial o persecución política es que viven en otro país. En el país del Frente para la Mentira. Y es que es imposible seguir sosteniendo que existe una especie de persecución política cuando existen pruebas a granel de la culpabilidad de la titular de la Cámara alta del Congreso de la Nación.
Ahora bien, dependerá del Poder Judicial poder hacer cumplir la ley y condenar como corresponde a todos los que intervinieron en sendos actos de corrupción, sea quien sea y caiga quien caiga. De lo contario, la impunidad se expandirá como una pandemia por todo el país contaminando las pocas instituciones que quedan en pie en el país y degradando por completo a la democracia.