Una vez más, Germán Alfaro está entre la espada y la pared. Y es que durante el transcurso del día de ayer, taxistas y concejales de San Miguel de Tucumán, mantuvieron una tensa reunión tras un nuevo pedido de aumento de tarifas para el servicio de transporte. Ahora bien, en ese escenario, cabe preguntarse: ¿Convalidará el intendente de San Miguel de Tucumán el aumento de la tarifa de los taxis?
Un hecho sucedido ayer da cuenta de lo que sería una estrategia característica de Alfaro. Y es que no fue precisamente el intendente quien dio la cara ayer. Los taxistas nucleados en la Asociación de Conductores de Taxis de Tucumán (Acott), el Sindicaro de peones de Taxis y taxistas autoconvocados fueron recibidos por los ediles de la Comisión de Transporte de la capital.
En ese marco, llegó a trascender que, por momentos, la charla tuvo mucha tensión en el que se oyeron gritos y discusiones. Julio Rodríguez, titular de Acott discutió con un concejal al que acusó de “no tener calle”, luego de que le recriminaran las protestas pasadas que los conductores realizaron en las afueras del Concejo Deliberante ubicado en calle Monteagudo y San Martín. Ahora bien, ¿Esto a qué se debería?
Al hecho de que no fueron a reclamarle al intendente Alfaro, quien se comporta como dueño de estancia cuando le conviene pero, cuando se trata de tener que decirle a la sociedad que el servicio de transporte de pasajeros conocido como taxi saldrá más caro, o cuando debe decirles a los taxistas que no les permitirá subir el precio de su trabajo, desaparece sin que se lo pueda ubicar ni por celular.
En ese marco, son los concejales capitalinos los que deben poner la cara para escuchar el reclamo de los taxistas. Mientras tanto, Alfaro permanecía con paradero desconocido. Sin embargo, tendrá que hacerle frente a la sociedad para decirle que decidió permitir la suba de la tarifa de nuevo en menos de cuatro meses trascurridos desde el último incremento que habilitó a fines del año pasado.
En ese sentido, el último incremento autorizado para el servicio fue en diciembre del 2020, cuando la bajada de bandera paso de $30 a $39 y la ficha cada 100 metros de $3 a $3,90, una actualización que no conformó a muchos taxistas que exigían un 100% y un 133% de incremento. Con el pedido de que se autorice el 50% de aumento, la bajada de bandera sería de $59 y la ficha cada 100 metros de $5,90.
En definitiva, ¿Qué es lo que decidirá hacer Germán Alfaro? De por sí, no puede asegurarles a los taxistas la mínima seguridad posible para que puedan trabajar en la ciudad. ¿También les negará un aumento de la tarifa teniendo en cuenta que el sábado el GNC que utilizan volverá a subir? Y si convalida la suba, ¿Le dará la cara para explicarle esa decisión a su electorado en la ciudad justo en un año eleccionario?