1º movimiento: El T-10 salió de Buenos Aires y aterrizó en El Calafate el día 23 de abril a las 17:40, dejó a la vicepresidente CFK y 18:20 horas decoló rumbo a su base en Buenos Aires.
2º movimiento: Ayer, 27 de abril, el T-11 llegó desde Buenos Aires a El Calafate a las 19:00 hs aproximadamente. A la máquina subió, alrededor de las 20:40, Cristina Fernández en el aeropuerto internacional Piloto Tola e inmediatamente voló hacia Río Gallegos, donde arribó a las 21:10 hs y desde el aeropuerto internacional de esta capital fue trasladada a su vivienda particular en calle Mascarello.
3º movimiento: Hoy a las 16:40 hs arribó al aeropuerto Piloto Fernández de Río Gallegos, el T-11 de la flota presidencial procedente de Buenos Aires. Alrededor de las 18:25, la vicepresidente fue trasladada desde su domicilio al aeropuerto y a las 18:50 tomó vuelo con destino a Capital Federal.
Analicemos
La vicepresidente a quien desconocemos si por protocolo le corresponde mover los aviones presidenciales por razones estrictamente particulares, volvió a hacer uso de las máquinas oficiales para trasladarse ida y vuelta a la provincia, con una nota distintiva en esta oportunidad: el segundo movimiento de aviones presidenciales, fue con el T-11 el cual voló vacío de Buenos Aires a El Calafate, solo para traer a CFK de la villa turística a Río Gallegos y luego volvió a Buenos Aires. Veintiuna horas después, el mismo avión, en este caso el T-11 volvió de Buenos Aires para llevar a la vicepresidente a Buenos Aires.
Si tomamos en cuenta el costo que le demandó a estado nacional, la estadía de Cristina Fernández en Santa Cruz, digamos que a un costo de 4 mil dólares la hora del Lear y un tiempo aproximado a las 3 horas de viaje por vuelo; 3 viajes ida y vuelta Bs As/ Santa Cruz (total 6 vuelos – 18 horas en el aire) más el viaje entre El Calafate-Río Gallegos, una media hora más de vuelo, resulta uno de los más caros desde que el kirchnerismo volvió al poder.
De todo esto resulta que a 4 mil dólares la hora de vuelo del Lear, por 18 horas y media que estuvieron las máquinas en el aire, el viaje de CFK a Santa Cruz le costó en total, al Estado Argentino, una suma de 74 mil dólares estadounidenses.
Cambio de transporte
Hasta no hace mucho, la viuda de Kirchner utilizaba Aerolíneas Argentinas para llegar a El Calafate los fines de semana. No se sabe la razón (pero lo imaginamos) por la que ha decidido hacer uso de la flota presidencial para realizar sus viajes particulares a “su lugar en el mundo”, solo que ésta vez para trasladarse de El calafate e Río Gallegos, también ordenó fletar un avión presidencial desde Buenos Aires. Esta actitud, corroboradas por nuestras fuentes en el aeropuerto, fue considerada como “una obscenidad”.
Las mismas fuentes recuerdan los constantes viajes de la flota presidencial a Santa Cruz hasta el 2015, donde traían funcionarios, pasajeros, bolsos con dinero y muebles, algo judicialmente reconocido por los ex pilotos de aquella época, tal como OPI fue relatando a lo largo de esos años y declarado por ellos mismos en las causas. A propósito, recordemos, aunque no tenga directa incidencia en la responsabilidad de la presidencia de la nación, pero es todo un gesto político a los que sufren una urgencia de salud, que la provincia, a través de la Caja de Servicios Sociales, pone todo tipo de trabas a quien solicita una derivación y traslado en plena pandemia y por razones de salud a Buenos Aires, aduciendo que no hay presupuesto o no se dispone del avión sanitario de la provincia. (Agencia OPI Santa Cruz)