Muchas cosas había perdido José Luis García a sus 36 años, después de haber pasado muchos de ellos sumido en el sopor de las drogas. Lo primero fue su nombre. En el barrio todos lo conocían como “Pepino”. Después la libertad, acumulando más de 20 detenciones por diversos delitos y contravenciones.
Los vecinos de villa 9 de Julio maliciaban que no iba a terminar bien y el vaticinio se cumplió cuando perdió lo último que le quedaba: su vida, a manos de un sujeto conocido en la zona como “El hijo de Sopa”, quien le asestó una puñalada en el pecho en medio de una feroz discusión.
Una prima suya lo encontró el sábado, tirado en la esquina de Justo de la Vega y Blas Parera. Eran las 5 de la tarde y aunque quienes lo auxiliaron tardaron muy poco en llevarlo al Centro de Salud, todo fue inútil. Antes del anochecer, “Pepino” ya había fallecido.
De acuerdo con algunos testigos, García caminaba por esa esquina cuando su agresor lo cruzó y comenzaron a discutir. La cosa fue subiendo de tono hasta que pasaron a los golpes. La pelea terminó cuando el ahora detenido, de 34 años, sacó el cuchillo y se lo clavó en el pecho.
Una hipótesis sugiere que la reyerta comenzó por problemas de consumo de drogas, otra dice que “Pepino”, como solía suceder cuando estaba bajo los efectos de estupefacientes, le habría robado algo al “Hijo de Sopa” o a uno de sus allegados, por lo que este decidió hacer justicia por mano propia.
Personal policial de la División Homicidios, al mando de los comisarios Juana Estequiño, Diego Bernachi y Jorge Dib y los hombres del Equipo Científico de Investigaciones Fiscales tienen a su cargo dilucidar lo ocurrido en esa esquina, ubicada en el corazón de la tumultuosa villa 9 de Julio.