Por estas horas, el mundo católico se pregunta acerca de qué es lo que le pasa al Papa Francisco. Y es que habría una manifiesta predilección del sumo pontífice con respecto a mantener un encuentro nada menos que con, el impulsor primero, y el promulgador después, del aborto en la Argentina, el presidente Alberto Fernández, convirtiendo, así, a nuestro país en el primero de Sudamérica en aprobarlo luego de que lo hiciera Uruguay en el año 2012.
Y es que tal parece que al Papa Francisco le molestan más asuntos como el medio ambiente antes que la vida por nacer, justamente, la más vulnerable de todas. Ya antes había criticado en el pasado a quienes se fueron de vacaciones en aviones privados, como si esto constituyera un pecado en sí mismo. Incluso, los acusó de ser personas egoístas que no pensaron en la gente de escasos recursos.
Hasta le recriminó el hecho de no haber pensado en aquellos que se quedaron en sus casas o en los problemas económicos de tantos otros golpeados por la pandemia de coronavirus, como si fuera culpa de quienes se tomaron vacaciones. ¿Pero acaso existe algo más egoísta que el aborto? ¿O es que esa práctica aberrante ya no es pecado para el sumo pontífice? ¿Entonces, cuál sería la postura del Papa Francisco y de la Iglesia Católica?
Sin embargo, el Papa nada habló de lo que debería ser la prioridad número uno para la Iglesia Católica, es decir, el tema del aborto, lo cual constituye realmente un grave pecado para la Iglesia. Y es que, justamente, el aborto en su país de origen, Argentina, es aquello a lo que debería haberse referido, pero no lo hizo. En cambio, se preocupa por la estabilidad gubernamental de la presidencia de Alberto Fernández.
Pero nada dice sobre los bebés que serán arrancados del seno materno. ¿Está a favor o en contra del aborto? Porque a juzgar por la reunión que amablemente le brindará servida en bandeja de plata a Alberto Fernández, la Iglesia parecería avalar el aborto. ¿O es que se trata de algo peor? No es casualidad que justo en el peor momento de la presidencia de Alberto Fernández el Papa Francisco lo reciba.
Es un espaldarazo enorme para el Gobierno nacional. Entonces cabe preguntarse ¿Qué está pasando con este Papa a todas luces kirchnerista? Y es que pareciera estar a favor de todo lo malo, de la corrupción que abraza permanentemente cuando recibe a los procesados “K” o cuando les manda rosarios a todos. El sumo pontífice apunta a bendecir a todos los que profesen el peronismo evidentemente.
Pero debería entender el Papa Francisco que él no es un referente del peronismo, es la máxima autoridad de la Iglesia Católica y heredero del trono de San Pedro y representante de Dios en la Tierra. ¿Acaso no ameritaba una fuerte reprimenda contra el cobarde que legalizó el aborto en lugar de apoyarlo? Todo indicaría que no le hubiera afectado que en su propio país se haya legalizado un crimen como lo es la interrupción del embarazo.