El escándalo de las vacunas Pfizer del Fondo COVAX desnuda parte de los negocios internos de este gobierno. Hay un hecho irrefutable, empresarios cercanos al Gobierno han sido beneficiados con los contratos billonarios por la adquisición de vacunas Sputnik V y Sinopharm. Por eso, primero es necesario que se investigue el alevoso autosabotaje en la negociación frustrada por 38 millones de vacunas Pfizer.
Y es que podrían haber impedido la mayoría de las muertes que hoy estamos padeciendo, de haberse administrado en tiempo y forma. Digan lo que digan, decidieron dejar pasar las rondas COVAX sin solicitar vacunas que estaban listas para ser distribuidas en Argentina. Nos correspondían 25 millones de dosis Pfizer y Moderna a USD 4. El Gobierno solo contrató 2,5 millones, inexplicablemente.
Lo más increíble, esas vacunas dejadas de lado eran mucho más baratas de lo que acabaron pagando estas otras, la Sinopharm, por ejemplo, cuesta U$USD 39, “diez veces más”. Se trata de datos reales, de modo que el lobby de las farmacéuticas amigas del Gobierno desató una guerra en la que hay miles de víctimas fatales. De ser comprobado, todos los involucrados tendrán las manos manchadas de sangre.
Solo resta esperar que la Justicia no sea previamente cooptada, como es el sueño de los gobiernos populistas. Los argentinos fuimos testigos de demasiadas irregularidades y atropellos, promesas rotas a mansalva, secretismo en las negociaciones, vergonzosos vacunatorios VIP, demoras absurdas en recibir dosis y la falta de preparación del sistema de salud, incluso después de un año de encierro, supuestamente para reforzar la infraestructura y la logística necesarias.
La Argentina llegó al primer puesto de muertes por millón de habitantes en el mundo. Y en los últimos quince meses, el país pasó a ser un certificado de pobreza y vulnerabilidad sanitaria. No solo se han vacunado pocos argentinos, y muchísimos con una sola dosis, sino que según una proyección de la OCDE, seremos el país del G-20 que más tardará en recuperar su economía. Sin embargo, se crearon casi una veintena de tributos nuevos entre gallos y medianoche.
El kirchnerismo parece haber aprovechado la indefensión del ciudadano encerrado para aumentar su poder y pasar por encima de los resortes institucionales. En vez de conseguir vacunas, han buscado impunidad para su propia tropa, han atacado a las autonomías provinciales, han decretado superpoderes que inutilizaron al Congreso y han lesionado la economía con leyes totalmente inoportunas.
Pero también han generado el mayor éxodo de empresas del que se tiene registro y, por supuesto, facilitado muertes que podrían haber sido evitadas. Mientras, el panorama es devastador, picos de contagio, hospitales saturados, falta de insumos, profesionales abatidos, fallecimientos récord, desesperación, angustia y miedo por falta de inmunización. Así llegamos a esta realidad que sangra, mientras sufrimos los negociados teñidos de muerte.