La venta de vacunas que habían sido obsequiadas por el Siprosa, la aplicación de inyecciones con ampollas de medicamentos vencidos a los afiliados, el robo del sueldo a empleados y otras gravísimas denuncias realizó una ex empleada de la Mutualidad Provincial contra el legislador Daniel Deiana.
“Yo ingresé en la Mutualidad en febrero de 1992 y me dejaron sin trabajo en 2013. El doctor Deiana me echó supuestamente con justa causa, porque no cumplía con el uniforme. Ustedes están viendo mi rostro, lo que tengo es vitiligo, eso se lo debo al doctor Víctor Daniel Deiana”, señaló en un video Hortensia Molina.
“Eso me pasó por el acoso que sufríamos todo el personal de la Mutualidad. Yo trabajaba en el servicio de Enfermería, y en la puerta de mi servicio tenía un matón que me controlaba permanentemente. Así como me controlaba a mí, controlaba a todos mis compañeros. Yo tuve cinco o seis suspensiones del doctor Deiana, por retirarme del servicio a tomar agua en un dispenser, porque en mi servicio salía agua con herrumbre. Me llegó una carta de suspensión de 20 días por haber andado ’paseándome’ por la Mutualidad”, relató.
“En otra de las suspensiones, Deiana me mandó a trabajar a una filial en Tafí Viejo. Durante 15 días estuve sola mi alma, no había nadie más… Me recluyó en ese lugar y cuando volví trabajé unos pocos días y me volvió a suspender, siempre por motivos que ni sabía cuáles eran. Cuando el doctor Deiana estaba haciendo política para entrar en la Mutualidad, yo fui una de las principales que ayudé, con la ilusión de que el doctor Deiana iba a mejorar todavía más a la Mutualidad.”
“El servicio de vacunación que tenía la Mutualidad era uno de los mejores del Norte del país. Ahora no existe el servicio de vacunación, no existe el servicio de rayos, no existe Enfermería. Deiana destruyó totalmente a la Mutualidad. Al poco tiempo dejó a 100 compañeros sin trabajo…”, añadió.
Recordó que “el gobierno de la provincia había recibido mucha cantidad de vacunas para la gripe A, y de ahí le entregó parte a la Mutualidad para que vacunara a sus socios. El doctor Deiana aprovechó esas dosis que le había obsequiado el Siprosa y se dio el lujo de venderlas…, las cobraba entre 60 y 70 pesos a las vacunas”.
“Cuando estaba en la Enfermería, retirábamos la medicación de Farmacia, y en varias oportunidades me fijé en la fecha de vencimiento, y había dipirona, dicoflenac y otras ampollas vencidas. Le comenté a mi compañera de otro turno y me dijo que por favor no dijera nada, porque es lo que nos dan… Yo les decía a los socios ’mire en este momento no hay, compren en la esquina…’ y las ampollas que me daban las tiraba a la basura, porque estaba conciente de que esas ampollas estaban vencidas…”, manifestó.
“Esta situación ha sido denunciada por los socios de la Mutualidad en el Ipacym”, remarcó.
Hortensia contó que “yo estaba trabajando y tenía un básico de 2.400 pesos, cuando me correspondía un básico de 5.000 pesos, o sea que el doctor Deiana me robaba la mitad de mi sueldo… Y mi compañera que también era enfermera y trabajaba conmigo, tenía un básico de 546 pesos, pero así como me robaba a mí, le robaba más todavía a ella, porque este hombre no tiene escrúpulos, no tiene ley…”.
“Le pido al señor gobernador y a las autoridades competentes que hagan todo lo posible para sacarlo a este hombre de la Mutualidad, porque lo único que hizo es hacerle daño a todos los empleados y a todos los socios. Por favor, señor gobernador, haga todo lo posible para sacarlo”, reclamó.