En medio de la creciente tensión entre el Estado y las organizaciones sociales por la asistencia alimentaria, la Iglesia Católica tomó una postura firme al declarar que “la comida no puede ser una variable de ajuste”.
A través de un comunicado contundente, la Conferencia Episcopal Argentina, instó al Gobierno a realizar envíos inmediatos de alimentos para apoyar a los comedores y mitigar la crisis.
En el comunicado, la Iglesia expresó su preocupación por las difíciles condiciones laborales y los bajos ingresos que enfrentan las familias, señalando que la comida no debe ser sacrificada en medio de esta situación. Se hace hincapié en la necesidad de anticiparse para evitar que la crisis alimentaria se profundice aún más.
El llamado está dirigido al Ministerio de Capital Humano, a cargo de Sandra Pettovello, que recientemente optó por suspender el envío de alimentos secos para realizar transferencias de dinero y llevar a cabo una auditoría de comedores. Varios informes de organizaciones sociales indicaron que durante enero, las partidas gubernamentales destinadas a la asistencia alimentaria fueron nulas.
“El Estado nacional, provincial y municipal deben aprovechar la situación para garantizar que nadie se quede sin el pan de cada día. Todos los espacios de cuidado que proveen alimentación, ya sean comedores comunitarios, parroquias, Iglesias evangélicas o movimientos populares, deben recibir ayuda de manera inmediata”, subrayaron los líderes eclesiásticos, encabezados por Monseñor Oscar Ojea.