Entre las sorpresas que nos regalan las vacaciones y el verano, es mejor no pasar por la experiencia de encontrarnos con un alacrán en casa… Durante la primera semana de enero, el Ministerio de Salud Pública de Tucumán registró un aumento en los casos de alacranismo.
Los datos quedaron registrados en el anteúltimo informe de la Sala de Situación Endémica e implican que debemos tomar conciencia sobre estos animales ponzoñosos para evitar accidentes. “A diferencia de otros corredores endémicos, los registros de personas picadas por alacranes tienen una tendencia dentada. Aunque existe un incremento de pacientes se espera que en las próximas semanas dicho índice disminuya. Por ahora, las consultas médicas por alacranismo están dentro de los límites esperados debido a las altas temperaturas y la ola de calor que hubo”, indicó Silvana Miranda, responsable del Departamento de Vigilancia de la Dirección de Epidemiológica.
Por otra parte, la referente destacó el trabajo que realiza la División de Zoonosis durante todo el año. “Desde inicios de septiembre y hasta marzo, la presencia de alacranes y hechos en los cuales están involucrados está normalmente en alza todos los años. Sin embargo, el resto de los meses también recibimos notificaciones de los centros de salud y hospitales por el mismo tema. El clima húmedo y cálido de Tucumán tiene las condiciones adecuadas para la reproducción de estos animales venenosos”, sostuvo.
Por lo general, los alacranes (que forman parte de la familia de los arácnidos, es decir de las arañas) buscan lugares oscuros para alojarse. En el hábitat domiciliario, pueden esconderse en las grietas que haya en alguna pared o en el techo, los desagües o los sistemas de cañerías; además de ocultarse debajo de los escombros, los colchones de hojas o en espacios con residuos acumulados para buscar alimento. También se pueden encontrar entre la ropa tirada en el piso o dentro de calzado.
En el ámbito rural, los escorpiones aparecen en troncos de árboles, debajo de piedras grandes en las cuales da la sombra o en la hojarasca.
Afectados
Según las estadísticas locales, las personas mayores de 65 años y los niños (menores de 12 años) representan el público más propenso a sufrir picaduras.
“Entre los más pequeños esta tendencia se debe a que suelen andar descalzos o ser descuidados en su contacto con objetos o animales desconocidos. Al ver un insecto o bicho aparece la intención de querer tomarlos o acercarse para inspeccionar. En cambio, en los adultos juegan en contra los problemas de visión”, comentó la médica.
Procedimiento
Tras ser picados por este invertebrado, debemos visitar de inmediato el hospital o centro de salud más cercano.
“Solo los médicos pueden evaluar la gravedad del caso y resulta recomendable realizar un seguimiento del paciente. De tratarse de una picadura moderada o grave el personal sanitario tiene que hacer una derivación a alguna de las instituciones que cuentan con suero antiescorpiónico”, destacó Miranda. En la provincia, el Hospital de Niños, Padilla, Avellaneda y Regional de Concepción disponen de un stock permanente.
EN LA PROVINCIA. Las dos especies ponzoñosas de alacranes que hay en Tucumán (con diferente toxicidad) son el Tityus trivittatus y Tityus confluens.
Del total de ciudadanos que acuden a las guardias por este percance, solo el 5 al 10 % requieren emplearlo. “Para el resto de los visitantes, el proceso suele circunscribirse a darles un tratamiento analgésico y controlar su estado general. Por esta razón es importante acudir a un especialista que brinde un diagnóstico certero”, acotó.
Para evitar
El Ministerio de Salud de Tucumán desaconseja el uso de métodos caseros para tratar las picaduras. En esa línea hay quienes cubren el área afectada con pomadas calmantes, esparcen en ella remedios artesanales o realizan torniquetes.
Pese a que el caos del momento y la sorpresa nos conduzcan a actuar a las apuradas, no es indispensable capturar al alacrán y llevarlo con nosotros al hospital. Intentar atraparlo nos conduce a una nueva situación riesgosa, en la cual es viable recibir una segunda picadura.
Por otra parte, Miranda descartó la afirmación de que “los alacranes siempre vienen de a dos”, porque pueden ser más. “Si descubrimos uno en nuestro hogar, hay que mantener resguardo porque seguro existen otros dadas las condiciones de la vivienda”, resaltó.
Enfermedades
En estos meses estivales hay algunas enfermedades que predominan sobre otras. En el documento de la Sala de Situación de Salud, la presencia de diarreas en niños menores de cinco años registró un aumento. Ante estos cuadros, cabe destacar algunas medidas para que los pequeños no se vean afectados.
La principal recomendación es chequear la cadena de frío de los alimentos que la familia (y especialmente los menores) consumen y restringir la compra de comidas (habitualmente con aderezos que no están refrigerados o frituras) que se ofrece en la vía pública. Además, hay que indicarles a los chicos la importancia de que mantengan una correcta higiene de sus manos antes y después de comer.
De preferencia, se sugiere el consumo de agua mineral, de filtro o purificada (hervida o con una gota de lavandina) antes que directa de la canilla.
Sintomatología
¿Qué ocurre cuando me pica un alacrán?
– En instancias leves: aparece un enrojecimiento, edema y dolor en la zona donde ocurrió la picadura.
– En instancias moderadas: sumado a los síntomas focalizados que describimos antes, la persona experimenta vómitos, sudoración y/o un aumento de la salivación.
– En casos graves o extremos: se presentan náuseas, un fuerte dolor abdominal, diarrea y hasta la alteración de la conciencia. El paciente puede sentirse muy excitado o confundido.
Recomendaciones
Medidas para implementar en casa
– Mantener cubiertas las rejillas sanitarias y desagües. Para ambos existen protectores específicos que se asemejan a las telas mosquiteras.
– Nunca dejar la ropa tirada en el piso y sacudir nuestro calzado antes de colocarlo en los pies.
– Sacudir la ropa de cama antes de acostarnos a dormir o de arropar a un niño o bebé en su habitación.
– Realizar una correcta disposición de la basura, ya que los alacranes se alimentan de cucarachas, arañas e insectos. Es importante contar con una buena limpieza de los espacios y evitar acumular objetos en desuso o malas condiciones.
– Eliminar los escombros y materiales de construcción (maderas, ladrillos, lajas, etcétera) que permanecen acumulados en el patio o interiores. Para manipularlos se debe utilizar guantes o algún elemento que no implique contacto directo con ellos. De no poder desecharlos es mejor almacenarlos en algún área distanciada de la vivienda.
– Recolectar los restos de poda y hojas que puedan acumularse en nuestros jardines.
– Cortar el pasto con regularidad, en especial, en épocas caracterizadas por abundantes lluvias.
– Contratar a un especialista en fumigaciones que aplique un plaguicida de baja toxicidad en la vivienda y su zona más cercana.
