Después de una serie de conversaciones previas, y en un acuerdo de la Cámara Federal de Casación Penal que duró poco más de una hora, la jueza Ana María Figueroa anunció que cesa en sus funciones como magistrada a la espera de que el Senado resuelva si renueva o no su acuerdo por cinco años. En la Cámara Alta debe aprobarse el pliego que prorroga su permanencia en el Poder Judicial, ya que este miércoles cumple los 75 años, edad tope que estipula la Constitución Nacional para que se jubile.
Ana María Figueroa ejerció hasta este martes la presidencia de la Casación Federal, máximo tribunal penal, e integraba la Sala I de dicha instancia. Durante el acuerdo de superintendencia convocado por ella, informó la decisión de no firmar ni seguir ejerciendo la presidencia, a sus colegas Mariano Borinsky, Guillermo Yacobucci, Daniel Petrone y Gustavo Hornos.
El voto fue unánime para aceptar la propuesta de la magistrada que mañana miércoles cumplirá los 75 años. Sin embargo, la excepción puede darse si el Poder Ejecutivo concede una prórroga para seguir integrando el Poder Judicial, algo que el presidente Alberto Fernández le otorgó, pero resta el trámite en el Senado.
Considerando que aún el trámite parlamentario no concluyó, la jueza Figueroa dará un paso al costado -sin renunciar a su cargo- hasta tanto se realice la sesión en el Congreso donde entre otros 74 pliegos debe tratarse el de ella.
A raíz de esta decisión, el juez Mariano Borinsky actual vicepresidente de la Cámara de Casación, asumirá la presidencia del máximo tribunal penal.
Frente a la proximidad de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) el kirchnerismo que tiene particular interés en darle continuidad a la jueza en sus funciones en Comodoro Py, buscó dar tratamiento al listado de 75 jueces y juezas. Sin embargo, fracasó en dos ocasiones al no contar con el quórum necesario para sesionar y en consecuencia, poder aprobar la designación.
Al filo de la fecha de su cumpleaños, Ana María Figueroa convocó al acuerdo en el que informó cuál era su decisión, “a la espera de lo que el Senador resuelva” y asimismo, señaló que sus votos en diversas causas -entre ellas Hotesur y Pacto con Irán- “iban a quedar a resguardo de la secretaría” de la Sala I integrada por Daniel Petrone y Diego Barroetaveña.
En esos dos expedientes la vicepresidenta de la Nación aguarda una decisión clave: si enfrentará otros juicios por corrupción o no.
Por un lado la Sala I debe pronunciarse sobre los expedientes en los que se investigaron a las empresas de la familia Kirchner, Hotesur (firma hotelera) y Los Sauces (inmobiliaria) por maniobras de lavado. El Tribunal Oral Federal 5 (TOF 5) que había asegurado que el juicio se realizaría, el año pasado sobreseyó a la vice junto a sus hijos Máximo y Florencia Kirchner, como a los demás imputados.
La decisión pendiente en el máximo tribunal penal es respecto ese sobreseimiento, si fue concedido correctamente o si por el contrario los imputados deberán comparecer ante un Tribunal y defenderse de las acusaciones en dicha instancia.
Igual determinación debe tomarse en el caso conocido como Pacto con Irán, y que inició con la denuncia del fallecido fiscal Alberto Nisman. Cristina Kirchner fue enviada a juicio oral acusada del delito de encubrimiento agravado del atentado de la AMIA, tras la firma del Memorándum de Entendimiento con Irán. La Sala I debe resolver si el juicio oral se hace o no.
La jueza Ana María Figueroa ya emitió sus votos en estos expedientes. En el caso Hotesur según fuentes judiciales, los tres jueces de la Sala I ya se pronunciaron sobre la discusión central. En la misma situación se encontraría Pacto con Irán.
La discusión ahora en Comodoro Py es si, con el cese en sus actividades de la jueza Figueroa puede sacarse las resoluciones -sin dejar de saber que el calendario electoral se impone en la agenda-, o si debe esperarse a la resolución del Senado que pondría fin al trámite parlamentario.