Los discursos de los más de 30 diputados anotados como oradores en el plenario de comisiones de Presupuesto y Finanzas ofician de pantalla mientras el presidente de Diputados, Sergio Massa, negocia con la oposición un cambio de redacción para que el proyecto de acuerdo del FMI, herido por los rechazos, no naufrague.
Pasadas las 18, el vicepresidente de Presupuesto, el diputado Luciano Laspina del PRO -el mensajero designado de llevar y traer la redacción- volvió del encuentro con el Frente de Todos.
Lo esperaban en el despacho los jefes de bloque de la coalición opositora, Mario Negri (UCR), Cristian Ritondo (PRO) y Juan Manuel López (Coalición Cívica). Ya estaban reunidos en el despacho de Negri, también con Margarita Stolbizer, Ricardo López Murphy y Alejandro Cacace, del radicalismo de Evolución, ligado a Martín Lousteau, quien estuvo trabajando en las opciones de redacción de proyecto.
Minutos más tarde llegaron a esa oficina Sergio Massa y el presidente del Frente de Todos, Germán Martínez.
El aval al que la oposición está dispuesto es un solo artículo que le autorice al Gobierno el endeudamiento y el excedente para la constitución de reservas.
Para dar el OK, Massa tiene que conseguir el visto bueno del Presidente. La oposición debe hacer lo mismo en la reunión de la Mesa Nacional de JxC que originalmente estaba convocada para las 17 pero ya se corrió para las 18.
Pasadas las 16 Massa había llegado al Congreso desde la Rosada. Como adelantó Clarín, le había presentado a Fernández varias propuestas unificadas de redacción: tres propuestas por la oposición -según la versión oficialista- y una del jefe de bloque del Frente de Todos, Germán Martínez.
Una jornada de tensión
La expansión o el acortamiento de esa lista de oradores del debate en comisión marcará el pulso del acuerdo. Cuanto más cueste, más oradores del oficialismo se irán sumando. Si hay fumata blanca, se bajarán en conjunto.
“No sabemos qué está pasando. Nos van a avisar. Queda esperar”, reconoce un legislador oficialista miembro de la comisión.
El objetivo sigue siendo dictaminar hoy mismo. Si no se consiguiera aunar criterios se pasará a un cuarto intermedio hasta mañana. Si se complica todo, firmarán dictámenes separados y la definición se trasladaría voto a voto al recinto. Pero ese es un escenario demasiado peligroso para el oficialismo, que no tiene asegurado los números para aprobar el texto, y también para la oposición que no quiere quedar “empujando” el default.
Los rechazos de último momento
Las negociaciones contrarreloj se dan sobre el filo de la comisión y tras los rechazos anunciados durante el día. Primero fueron los tres diputados del Frente Patria Grande de Juan Grabois que ratificaron que no acompañarán. No especificaron si será en contra o abstención.
Pasado el mediodía, los ocho diputados del Interbloque Federal, que conduce el lavagnista Alejandro “Topo” Rodríguez e incluye a Florencio Randazzo, Graciela Camaño y los cordobeses que responden a Schiaretti también aseguraron que no están dispuestos a acompañar el texto tal como lo mandó el Ejecutivo.
Al igual que Juntos por el Cambio, proponen que el Congreso avale la refinanciación de la deuda pero que de ninguna manera se incluya el programa de políticas económicas con las que el ministro de Economía, Martín Guzmán, se comprometió con el Fondo.
No fue un dato menor porque este interbloque tiene representación en las comisiones. El cordobés Ignacio García Aresca debe integra la comisión de Presupuesto y el “Topo” Rodríguez la de Finanzas.