
Luciana Bustos Sánchez (34), científica del Conicet, y Marcelo José Amarfil (48), profesor de Educación Física, se conocieron en el gimnasio donde él daba clases. Con el paso de los años, forjaron una gran amistad. “Él la amaba”, aseguraban sus amigos. En enero de 2024, lo encontraron muerto dentro de su auto y la principal sospechosa por el crimen es la mujer. Este lunes comenzó el juicio en San Juan.
Marcelo estaba atravesando un duro momento personal tras la muerte de su mamá, que ocurrió dos meses antes del brutal crimen. Luciana, quien “era más que su amiga”, según contó Graciela -hermana de la víctima-, intentaba sacarlo de su casa para que pueda despejarse.
La noche del 16 de enero de 2024, pasó a buscarlo. “Lo convencí a tu hermano, vamos a salir”, le avisó Luciana a Graciela, mientras esta última estaba en su habitación en la casa que compartía con Marcelo.
Arreglaron para ir a cenar al bar “Hormiga Negra”, algo que solían hacer con frecuencia, y se fueron en el Ford Focus de él. Cuando regresaban, estacionaron en una calle poco transitada, cerca del aeropuerto Domingo Faustino Sarmiento. Allí habrían tenido relaciones sexuales.

La justicia investiga sila científica le ató las manos al volante y le puso un antifaz. Aprovechando ese estado de vulnerabilidad, se sospecha que lo degolló y lo acuchilló seis veces, mientras él intentaba defenderse.
“Parece que ellos tenían esa relación de sadomasoquismo, porque le puso las esposas con una cadenita y un antifaz. Al parecer habían tenido sexo porque estaba desnudo y se encontró hasta semen. Mi hermano era zurdo y las heridas estaban del lado derecho”, afirmó Graciela.
Sobre la base de la reconstrucción de los hechos, se estableció que Marcelo logró morderle el antebrazo, se desató y salió del Focus, pero murió desangrado. Instantes después, entre la 1.30 y las 2.00, Luciana llamó a la hermana de la víctima, que estaba durmiendo: “Graciela, Graciela, tu hermano se mató”.
Unas palabras similares utilizó con un policía que patrullaba la zona y se encontró con la violenta escena: “Mi amigo se mató, se mató con un cuchillo. Le dio un brote psicótico”.
Una relación afectuosa, negocios inmobiliarios y un crimen inesperado
“Ella siempre estaba acá, venía todos los días. Tomaban mates y hablaban todo el tiempo. Participaba de todos los acontecimientos de la familia, hasta cumpleaños. Nunca imaginamos que podía llegar a hacer esto. Todos acá la conocían. “La Luchi” -como le decían- te solucionaba todo siempre. Era la más predispuesta para todo“, señaló Graciela.
Sobre la afectuosa relación que tenían, contó: “Con los años ella se volvió parte de la familia. Mi hermano le decía ´vida´, le tenía un cariño muy especial. Nunca nos dijeron que eran novios o pareja, pero era un trato más que de amigos“.
De acuerdo a lo que contó, en 2019 Marcelo y Luciana empezaron una especie de negocio inmobiliario. “Miraban terrenos para comprar, edificar y venderlos”, precisó.
Sin embargo, no sabía con exactitud cómo era su modelo de negocio, ya que “eran muy cerrados”, aunque sí le contaron que tenían pensado abrir dos gimnasios. “Creemos que el desencadenante fue la plata, no encuentro otro motivo”, dijo.
El juicio a la científica del Conicet
El debate oral y público contra Luciana comenzó este lunes por la tarde y en la primera audiencia se negó a declarar. Está acusada de “homicidio doloso doblemente agravado por el vínculo y por mediar alevosía”.
El Tribunal compuesto Gerardo Fernández Causi -presidente- y Matías Parrón y Guillermo Adarvez -vocales-, podrían dictar la pena de prisión perpetua si la encuentran culpable.

La hipótesis de la Fiscalía es que la imputada ató a la víctima en medio del acto sexual, aprovechó el momento de indefensión y con un cuchillo lo apuñaló en varias oportunidades.
Por su parte, la defensa, representada por los abogados Néstor Olivera y Fabiana Salinas, intentarán demostrar que la mujer actuó en legítima defensa.
Se espera que en total declaren alrededor de 63 testigos y que el juicio finalice antes de abril. “Estoy confiada en que la van a condenar, todas las pruebas apuntan a que ella lo mató”, confió Graciela.