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Adrián Moreira, el falso hijo de desaparecidos que se convirtió en un querellador contra el Estado

Tras haber protagonizado una serie de curiosos episodios en 2015, el joven de 33 años que aseguró haber sido apropiado en Paraguay y que llegó a la tapa de suplementos de diarios regresa a la escena. La advertencia de la Secretaría de Derechos Humanos

Adrián Moreira Falso Hijo De Desaparecidos
Adrián Martínez Moreira.
Descacharreo

Se suele denominar “caranchos” a aquellos abogados que toman contacto con las víctimas de un accidente de tránsito valiéndose de medios incompatibles con la dignidad profesional, con el objetivo de alcanzar una pronta indemnización, ya sea legal o no. Sin embargo, los famosos “abogados carancho” no sólo existirían en la industria del accidente sino que tendrían su propio capítulo entre las causas de derechos humanos.

Así lo demostraría el accionar reciente de un personaje que se hizo conocido en ese ámbito por un relato fabulado acerca de su propio pasado como hijo de desaparecidos durante la última dictadura militar. Hoy regresa prometiendo reparaciones monetarias a verdaderos hijos de desaparecidos si es que toman a su espacio para que los represente legalmente. Se trata de Adrián Martínez Moreira, señalado históricamente como un impostor infiltrado en los organismos de derechos humanos, que está de vuelta con un modus operandi que le valió ser denunciado en la Secretaría de Derechos Humanos a la vez que la Justicia sigue investigando otras denuncias de su pasado.

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Mario Bellene es hijo de desaparecidos y es una de las personas contactadas por Martínez Moreira para querellar legalmente contra el Estado: “Yo había hecho en 2010 el trámite de la ley reparatoria a hijos de desaparecidos pero por distintas circunstancias no se había hecho efectivo. El 3 de octubre pregunté en un grupo de Facebook por la ley y ese mismo día contestó mi posteo un señor Omar García, que dijo ser abogado, y me pidió que le contara mi caso por mail. Le escribí y a los 20 minutos me pidieron mi celular y a la media hora me llamó Adrián García Moreira, no Martínez”, asegura Bellene.

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“Dijo pertenecer a una asociación civil que ayudaba con estos casos y me dijo: ‘Yo te conozco. Fui querellante en la causa de Mansión Seré y te he visto’. Me dijo que debía tenerlos como abogados y que si tenía otros abogados no podría ayudarme. Sospeché sobre quién era, hablé con otros hijos y supe de su accionar. Adrián Moreira me preguntó por WhatsApp si se estaba hablando mal de él y cuando le conté mis dudas me bloqueó y ya no pude comunicarme con él ni con Omar García”, continúa.

El “accionar” al que se refiere Bellene es aquel que en 2015 Infobae reveló y que mostró a Adrián Martínez Moreira como el centro de una novela que había logrado engañar al Estado con el fin de ser reconocido como hijo de un desaparecido paraguayo secuestrado en el marco del Plan Cóndor, luego apropiado por un torturador y que había logrado recuperar su identidad y convertido en líder de HIJOS Paraguay, a la vez que la Justicia reconoció en él el apellido de su supuesto padre biológico y pasó de llamarse Matías Ezequiel López, adoptado en Misiones, a llamarse Adrián Martínez Moreira, con el que en la actualidad actúa.

Martínez Moreira logró un DNI con su nombre. Registros consultados vinculados a ese documento revelan que tiene 33 años de edad.

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Su relato, desestimado en la Justicia que investiga el Plan Cóndor, señalaba que su padre paraguayo y militante del ERP había sido secuestrado en el país para llevarlo a su país natal para desaparecerlo por el régimen del dictador Alfredo Stroessner junto a su esposa y dos bebés, uno de los cuales habría sido Adrián. Lo cierto es que, su hermana de sangre, fueron adoptados aunque luego Matías, que así fue llamado por sus padres adoptivos, comenzó a inventarse una vida para él.Moreira años atrás en los tribunales bonaerenses.Moreira años atrás en los tribunales bonaerenses.

“Lo conocí en espacios de derechos humanos en los que ambos participábamos y en 2017 me vinculé jurídicamente con Adrián y Omar García”, dice Martha Miravete Cicero, presidenta de la ONG Grupo de Mujeres de la Argentina. “A García nunca lo vi personalmente, sólo hablé por teléfono. Llevamos cuatro presentaciones con ellos. Una vez a fines de 2018 yo estaba en una heladería con Adrián cuando unas mujeres nos increparon y me enteré de lo que se decía de él. Entonces se distanció al punto de no hablarme. No había lugar para la desconfianza. Le envié una carta documento a García para que me devolviera la documentación de las presentaciones, además de advertirle por una falsificación de su firma y sello que se estaba haciendo. Todavía sigo reclamando esos expedientes por la vía legal que corresponde. Sé que Adrián Martínez Moreiral actúa como secretario de García. Tiene muchos conocimientos jurídicos y decía que su equipo debía cobrar por lo que cobraran sus patrocinados”, continuó Miravete.

Al menos en el Colegio Público de Abogados porteño y en el Colegio bonaerense no existe un abogado llamado Adrián Martínez Moreira en su padrón de registro.

“En una página de Facebook de ex detenidos en agosto o septiembre apareció un Omar García que dijo ser abogado de una Comisión Nacional y Popular de Leyes Reparatorias que ofrecía hacer todos los trámites gratis”, dice una hija de desaparecidos que prefirió mantener su nombre bajo reserva: “Lo raro es que cuando se intentaba averiguar los antecedentes de García atacaban a la persona que planteaba esas preguntas. Yo le pregunté a mi abogado, que conoce el campo legal de los derechos humanos, quien a su vez preguntó en la Secretaría de Derechos Humanos, en la que nadie conocía a Omar García”

“A la noche por mensaje privado de Facebook una supuesta mujer llamada Liliana me increpó por averiguar quién era García. Dijo que había conocido a mis padres, a quienes estaría ofendiendo con esas averiguaciones. Todo mentira. Mientras tanto García y Martínez Moreira buscaban adquirir poderes de hijos de desaparecidos de todo el país.Lo hacía mediante Adrián, que se hacía llamar doctor y decía apellidar García, Rodríguez o Martínez. Escribí una advertencia contando que la “Comisión” de García no estaba inscripta y que Adrián Martínez Moreira estaba llamando para recabar datos, y conté quién era. A la noche Omar García me había hecho una denuncia penal por falsificación de documento y asociación ilícita, una locura que el juez desestimó de manera inmediata”, concluye la fuente.

García patrocina muchas causas de Adrián Martínez Moreira, entre ellas la que lo defiende de la denuncia de falsificación de sello y firma hecha por el abogado Juan Garín, que continúa en el fuero penal ya que investiga decenas de casos en los que se comprobó la falsificación y por la que la Justicia ordenó pericias psiquiátricas que deberían realizarse con Martínez Moreira (el último requerimiento data de octubre) y la que lo postula como esposo de Pablo Zanotti, víctima de la tragedia de Once, condición que niega la familia de la Zanotti y que de ser probada como cierta haría a Martínez Moreira acreedor a una indemnización del Estado.

En 2015, esa historia, además del descubrimiento del pasado queer de su supuesto padre desaparecido, lograron que el diario Página/12 lo llevara a la tapa de su suplemento LGTB. También, claro, García patrocina causas de resarcimiento estatal todavía no cobradas por hijos reales de desaparecidos. Mientras tanto, una vocera oficial de la Secretaría de Derechos Humanos afirma: “No tenemos ningún tipo de relación con Martínez Moreira y desalentamos cualquier acercamiento a estas personas”.

“Yo actúo de buena fe”, dice Omar García: “Adrián Martínez Rojas, me dijo que se llamaba Martínez Rojas, no Moreira, me ofreció patrocinar unas causas judiciales y, como hace todo abogado, cobrar la comisión que corresponde. Él es abogado en una fiscalía, según me dijo, y sabe mucho cómo moverse”.

-Usted también lo patrocina en una causa de falsificación de firma.

-Tengo entendido que no hubo delito. Ahora Martha Miravete me dijo que falsificaba mi firma. Yo actúo de buena fe, pero si comete un delito conmigo, que se atenga a las consecuencias.

Martínez Moreira fue también, en función de la historia que hizo circular sobre sus orígenes, llamado por la Justicia como testigo en otras causas, como en un expediente que llegó a la Sala I de la Cámara Contencioso Administrativo Federal. Un hombre que aseguró haber sido un militante del PRT-ERP reclamó ser indemnizado por su exilio. Afirmó que tuvo que salir del país rumbo a Francia debido al asesinato de Mario Santucho en febrero de 1977, ya que había tenido contacto reciente con Enrique Gorriarán Merlo y Benito Urteaga. Una testigo convalidó sus dichos y agregó que había sido pareja de Marlene Kegler Krug, desaparecida en septiembre de 1976.

Moreira por su parte se presentó como un sobrino de un hombre que había sido pareja de Kegler Krug y que había compartido cautiverio con ella en el Pozo de Banfield. Martínez Morerira declaró: “Es de mi absoluto conocimiento que el señor Juárez fue perseguido por el accionar del Terrorismo de Estado”. En una primera instancia, el reclamo de Juárez fue desechado. Luego, la Cámara Contencioso Administrativo Federal le dio la razón.

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