“Pensé que en París íbamos a evitar estas cosas“. Con una sonrisa que no ocultó la tensión que le genera el tema, Alberto Fernández dejó saber que uno de los objetivos que se propuso desde que despegó el vuelo chárter que lo trajo desde Buenos Aires fue esquivar referirse a la feroz interna que atraviesa al Frente de Todos, Pero en la embajada en Francia, en la última jornada con actividades antes de partir rumbo a Indonesia para participar del G20, y ante la consulta de Clarín en una acotada conferencia de prensa, el Presidente volvió a defender la realización de las PASO con una alusión a su vicepresidenta que contempla un mensaje por elevación a La Cámpora: “Fue una gran idea que tuvo Cristina“.
No fue el único eje que abordó y genera rispideces internas: como contó este diario, el mandatario rechaza la idea de otorgar una suma fija, como exigió la vice, y aseguró que “se corre el riesgo de generar un problema fiscal en los municipios y también problemas en muchos pequeños comercios” pero adelantó que el Gobierno va “a ir en auxilio de los salarios más postergados” otorgando un bono que anunciará a su vuelta de Bali.
-Se va a cumplir justo un año del acto del Día del Militante en el que usted planteó dirimir las candidaturas en una gran interna. A la luz de los cuestionamientos, surgidos desde La Cámpora y el kirchnerismo, ¿de qué depende su candidatura? ¿Sigue pensando lo mismo, mantiene esa idea y confía en sus posibilidades de ser reelecto?
-Muy simple: lo que yo dije el 17 de noviembre es lo que creo. La verdad es que esa idea que tuvo Cristina de poner las PASO fue una gran idea para abrir los partidos políticos y que no se conviertan en un lugar cerrado de los dirigentes. Lo dije en aquel entonces cuando la ley salió y lo vengo defendiendo desde siempre, yo la valoro mucho. Después el resto son todas especulaciones. Falta un año y no sabemos qué es lo que va a pasar de acá a un año. Mi preocupación es que no vuelvan a ganar los mismos que pusieron a la Argentina de rodillas frente al mundo y hundieron a vastos sectores de la sociedad en la pobreza, en la miseria y endeudaron a la Argentina durante generaciones. No quisiera que ellos vuelvan a gobernar y para eso haré todo lo que deba hacer para que eso ocurra.
Sin margen para repreguntas, ya que el Gobierno habilitó sólo seis, el Presidente evitó responder si está dispuesto a declinar en su candidatura y se aferró a una línea discursiva ambigua, a la que apela para no lanzar afirmaciones que irriten todavía más a Cristina pero que, al mismo tiempo, no den indicios ni dejen dudas de qué piensa hacer con su reelección. Entiende que el fantasma del pato rengo, a un año de dejar el poder, puede ser letal para su administración.
En cambio, en otro punto que divide aguas en el oficialismo, como el de la “suma fija” que Cristina reclamó para los trabajadores formales, fue más contundente.
-¿Por qué el Gobierno optó por el bono en detrimento de una suma fija, como algunos socios venían reclamando ante la situación compleja en torno a la inflación, que orilla los 100 puntos?
-Básicamente porque en la Argentina las paritarias funcionan plenamente y han tenido en cuenta toda esa realidad. Y la verdad es que interferir con una suma fija a los salarios más bajos genera muchos problemas, porque el riesgo que se corre es crear un problema fiscal en los municipios y también en muchos pequeños comercios que, no tengo ninguna duda, lo resolverían haciendo que sus empleados salgan de la formalidad para pasarlos a la informalidad. Sí, lo que nosotros tenemos que recuperar, es el salario de todos, incluyendo a los de más bajos ingresos y confiamos en que el método de la paritaria adecuado. En la emergencia, llegando a fin de año, entendemos que hay salarios más postergados y a ellos vamos a tratar de ir en su auxilio con un bono que daremos cuando lleguemos a Buenos Aires.
La agenda internacional, la llave para evitar el fuego amigo doméstico
La tensión que le genera la interna sobrevoló la conferencia en la que el mandatario buscó hacer foco en la agenda internacional. La reunión bilateral que mantendrá en Indonesia con la titular del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, lo ocupa especialmente. En varios pasajes de la gira, insistió en su reclamo para que el organismo elimine los sobrecargos que cobra a los países endeudados. Y en la introducción que hizo en la conferencia consideró que se trata de “un muy buen momento para que, como Georgieva ha dicho públicamente más de una vez, los programas sean revisados a partir de lo que ha ocurrido por la guerra“.
-En el G20 de Roma del año pasado hubo una promesa por parte del Fondo de que eso podía llegar a suceder pero finalmente no se registraron avances. ¿Cree que en esta oportunidad puede haber novedades? ¿Aceptará crear un fondo de emergencia ahora como lo hizo en su momento por la pandemia?
-En la última charla que tuve con Georgieva telefónicamente le planteé estas dos cosas. En primer lugar le hice notar cómo los efectos de la guerra estaban dañando a todo el mundo, no solamente a Europa: a la Argentina, concretamente, la guerra le costó 5.000 millones de dólares que debimos pagar de más como consecuencia del costo de la energía, de los fertilizantes y de los alimentos. Y también le volví a plantear la necesidad de que de una vez por todas se revisen los sobrecargos que a nuestro juicio son mecanismos muy injustos que afectan a los países más castigados por las deudas y que en el caso de Argentina, además, es consecuencia de un endeudamiento absolutamente irresponsable que se tomó.
La invasión de Rusia a Ucrania y la crisis en Venezuela
Por otro lado, Fernández realzó los encuentros que mantuvo con el francés Emmanuel Macron, con quien trabaja en un plan para sumar voces en el G20 que hagan un llamado a la paz entre Rusia y Ucrania y con el que -en tándem con el colombiano Gustavo Petro- logró que el régimen de Nicolas Maduro y la oposición venezolana retomaran las negociaciones para pactar una salida a la crisis.
-Hay un andarivel paralelo a las negociaciones que se retomaron por Venezuela que es en el que se debería definir que termine el bloqueo económico. Está protagonizado fundamentalmente por Estados Unidos a partir de las sanciones financieras. ¿Va a haber algún contacto con la Casa Blanca para empezar a facilitar que al momento de la negociación entre los dos representantes de Venezuela esto empiece a distenderse en paralelo con el otro aspecto que es el político y de derechos civiles?
-El Consejo de Seguridad de los Estados Unidos sabe perfectamente mi posición en este punto y cuál ha sido mi planteo, con lo cual podré llamar una vez más y decir por enésima vez lo que creo. Pero lo que a mí me parece que ayer logramos es muy importante, que vuelvan a sentarse a una mesa los venezolanos, que son los que tienen que discutir para encontrar una solución. Si ellos se ponen de acuerdo se van a dar cuenta las partes.