Con la excusa del lanzamiento de un plan para resguardar aún más a los adultos mayores, Alberto Fernández conversa desde pasadas las 17 a través del sistema de teleconferencia con todos los gobernadores para empezar a consensuar la entrada a la segunda fase del aislamiento preventivo, social y obligatorio decretado el pasado jueves 19 de marzo y extendido hasta la Semana Santa ante el avance del coronavirus en la Argentina.
“La cuarentena no se va a levantar. Cualquier nueva excepción que se haga no es terminar la cuarentena”, les resaltó el Presidente a los gobernadores, según pudo reconstruir este medio de fuentes oficiales.
Según las fuentes, Fernández fue tajante en la decisión de continuar con el aislamiento, que cuenta con el visto bueno del comité de especialistas, integrado por reconocidos epidemiólogos e infectólogos, convocados por la Casa Rosada para hacerle frente a la pandemia en cuestiones sanitarias. Este martes, el país sumó 87 nuevos casos positivos de COVID-19: el total es de 1.715 infectados.
El Presidente pidió, en esa línea, minimizar “al máximo” el transporte público. Incluso el de media y larga distancia. Las fronteras, por caso, seguirán cerradas desde el lunes.
Minutos antes de las 5 de la tarde, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, entraron a la quinta de Olivos para participar de la reunión virtual en forma presencial junto al Presidente. Rodríguez Larreta lo hizo acompañado de su ministro de Salud, Fernán Quirós, que se pasó al automóvil oficial del jefe de la Ciudad metros antes de flanquear la entrada de la calle Villate, y después de colocarse un barbijo. Y por Diego Santilli.
Rodríguez Larreta le había presentado hace ya varios días al Presidente el plan para aislar a los adultos mayores, que son parte de la población de riesgo, que viven en los barrios más vulnerables, en donde la cuarentena es de difícil implementación por las condiciones de hacinamiento. Hay gobernadores que manifestaron durante la reunión la imposibilidad en la implementación.
Fue parte de la primera parte de la charla virtual. El jefe de Estado subrayó que la administración porteña contaba con protocolos para llevar adelante los operativos. Y dijo que darían recomendaciones para que las provincias lo ejecuten “a su manera”. Rodríguez Larreta anunciará el plan en la Ciudad en las próximas horas. Kicillof haría lo propio en algunos distritos.
Los ministros Ginés González García y Eduardo “Wado” de Pedro también participan del encuentro.
Fernández quiere llegar al fin de semana, en vísperas del final de la prórroga de esta etapa de la cuarentena, con la adhesión de la mayor cantidad de sectores de la política y la economía para entrar en la segunda fase del aislamiento, que seguirá vigente con las mismas restricciones para la sociedad en general pero con la flexibilización de un puñado de sectores que la Casa Rosada analiza junto a los empresarios y el sindicalismo.
La opinión del comité de expertos será, de todos modos, otra vez clave para la decisión presidencial.
La principal atención está puesta en la ciudad y la provincia de Buenos Aires, en especial en el conurbano: allí se concentran el 70% de los casos. En ese dato machacó de nuevo el mandatario en la reunión virtual. El Gobierno quiere que el aislamiento tenga un fuerte acatamiento, en particular, en esos distritos. Por el contrario, hay provincias que todavía no registran casos positivos de coronavirus: Chubut, Formosa y Catamarca ocupan ese podio.
Río Negro, por su parte, registra transmisión comunitaria: así lo resaltó su gobernadora durante el encuentro.
Ayer, en diálogo con el canal TN, Fernández tuvo que adelantar que la cuarentena “no se va a terminar”. Es que el fin de semana, y tras el caos en las puertas de los bancos del viernes, había sobrevolado la sensación de mayor flexibilización del aislamiento. Es lo que el Gobierno quiere desterrar, más allá de la presión de la CGT y la UIA para lograr la apertura de varios sectores de la economía.
De hecho, hay un puñado de gobernadores que ya se manifestaron a favor de la continuidad del aislamiento, que fue decretado el jueves 19 de marzo por el mandatario para tratar de frenar el avance de la pandemia en el país. Según los especialistas, la decisión, por ahora, tuvo efectos positivos. En el Gobierno había preocupación para que no haya un relajamiento social.
En ese sentido, el Presidente dedicó su agenda desde pasadas las 17 hasta bien entrada la noche a la conversación virtual, acompañado también por el secretario General de la Presidencia, Julio Vitobello, para tratar de buscar el consenso de los gobernadores para definir el próximo fin de semana qué sectores podrán empezar a dejar, muy de a poco, el aislamiento.
En Olivos dan cuenta de que la extensión podría ser de, al menos, unos diez días más.
Hubo, según fuentes oficiales, apoyo en ese plano de las provincias. “Hay que fortificar la cuarentena”, abundó, por ejemplo, Ricardo Quintela, de La Rioja. Todos se mostraron de acuerdo en la continuidad de la suspensión de las clases. Por tiempo indeterminado. Hubo además pedidos para protocolos unificados en el uso de los barbijos. El Presidente dijo que había que machacar con el uso de barbijos caseros.
Fernández dejó, en tanto, un mensaje que llevó algo de alivio a los mandatarios: remarcó que habrá un apoyo financiero extra para las arcas provinciales, asfixiadas por la crisis económica que corre en paralelo a la sanitaria y que preocupa por igual a todos los gobernadores. Habrá millonarios adelantos del tesoro.