¿Cantidad es lo mismo que calidad? Esta pregunta también se puede aplicar en el debate de seguridad cuando se habla de la cantidad efectivos que debe tener la Policía. En Tucumán, según la información brindada por el Ministerio de Seguridad, es de 9.702 integrantes. ¿Eso es mucho o poco? “Lo que importa es saber dónde están porque en las calles no se los ve”, explicó Mario Pedraza, vecino de avenida Las Américas al 1.300. “No se nota que tengamos tantos”, opinó Luciana Jiménez, que vive en Villa 9 de Julio. “Y deben jugar a las escondidas porque por aquí cada vez veo menos”, señaló Luis Pourrieux, de Yerba Buena. “Es el mejor chiste que escuché en la semana”, agregó el concepcionense Fernando García.
Técnicamente no hay una fórmula para saber cuántos uniformados deben prestar servicio en cualquier lugar del mundo. La razón es muy simple: no todos los pueblos tienen los mismos índices delictivos ni el apego a cumplir las normas vigentes. Por ejemplo, en Ginebra, Suiza, evidentemente se necesitarán menos agentes que en Río de Janeiro, Brasil. Sin embargo, la Organización de las Naciones Unidas recomienda que debe destinarse 300 policías cada 100.000 habitantes.
¿Y cómo se encuentra nuestra provincia, según ese estándar? Necesitaría al menos 4.700, es decir, que tiene más del doble. Pero ese dato no es bueno, al contrario, habla de una sociedad en la que los números de la inseguridad explotan y la que son pocos los que cumplen las leyes. El promedio de los países de la Unión Europea es de 250 y el de Estados Unidos, 278 cada 100.000 habitantes.
Pero, si se compara con lo que sucede en otras provincias, los números toman otra dimensión. Tucumán ocupa el penúltimo lugar del ranking de cantidad de efectivos con respecto a su población: uno cada 174 personas. Los tres primeros lugares de esta tabla están ocupados por Río Negro 1/79, Tierra del Fuego 1/83 y Jujuy 1/87. También es la que menos tiene en todo el NOA: Salta (1/101), Catamarca (1/109) y Santiago del Estero (1/127).
¿Crecimiento?
El subsecretario de Seguridad José Ardiles explicó que se llegó a 9.702 porque el año pasado ingresó la totalidad de agentes y suboficiales de la promoción 2018 y, a principios de este, 500 de la promoción 2019. “Todos están trabajando en la Dirección de Guardia Urbana y en el programa de Cuadrantes de Patrullas. Próximamente se incorporarán otros 400 hombres más”, agregó el funcionario.
Eso no significa que todos esos efectivos estén en la calle cumpliendo con su trabajo. A esa cifra hay que descontarle un 10% del personal que realiza tareas administrativas (unos 970), e idéntica cantidad que se encuentra de licencia por cuestiones de salud, accidentes y de vacaciones. No se tiene en cuenta el personal que está fuera de la fuerza por cuestiones administrativas o que afrontan procesos penales, ya que es un número casi imposible de saber. En definitiva, están operativos unos 7.760. Pero hay más.
De ese número, casi 800 trabajan en turnos de ocho horas: los 6.900 restantes tienen el régimen de 24 por 48 horas, es decir, que trabajan un día y descansan dos. Entonces, la cantidad real de efectivos que trabajan todas las jornadas es de 2.320. La realidad, entonces, indica que hay un uniformado cada 686 habitantes en nuestra provincia.
Esa cantidad está distribuida en todas las comisarías; las brigadas de investigaciones; el servicio 911; los cuerpos de infanterías; los cuerpos de rescates; los que combaten las drogas y los que deben evitar que cometan delitos rurales. “El secreto está en la distribución, pero el recurso es casi nulo. Y eso genera más problemas con la sociedad que se queja por la falta de respuestas”, señaló un comisario retirado.
El futuro tampoco es muy alentador. El gobernador Juan Manzur no podrá cumplir con su promesa de que ingresarían 100 efectivos a la fuerza por mes. Por la pandemia no entraron los cadetes para ingresar como agentes y suboficiales, por lo que no habrá promoción 2020. No se informó qué ocurrirá este año con los institutos de formación de los grados más bajos. “Tampoco se puede cometer la locura de hacer un ingreso masivo, como ocurrió durante el Gobierno de (José Jorge) Alperovich, que todavía seguimos sufriendo”, indicó un comisario en actividad.
Debate
“Disponer de más recursos humanos en la calle es parte del plan estratégico de Cuadrantes de Patrullas que debemos terminar de consolidar. Obviamente que también esto debe estar acompañado por una mayor cantidad de vehículos y de tecnología”, sostuvo el legislador y presidente de la comisión de Seguridad Gerónimo Vargas Aignasse, único parlamentario oficialista que aceptó responder las preguntas de LA GACETA.
Los opositores, en cambio, hicieron fila para cuestionar las decisiones del Gobierno. “El crecimiento poblacional y la escala delictiva justifica contar con más efectivos para que tenga más presencia en la comunidad porque hay una mala distribución. Por ejemplo, continúan existiendo áreas administrativas y logísticas que no son operativas de la fuerza que insumen gran cantidad de hombres. Pese a las últimas incorporaciones que se hacen, la diferencia nunca se ve en el despliegue en las calles”, opinó el legislador Raúl Albarracín. “El tema de los servicios adicionales también es algo que se debería revisar porque mucho personal parecería que dedica sus días sólo a proteger objetivos privados más que a la seguridad pública”, agregó.
El también radical José Caneladafue mucho más directo. “Un dato objetivo es que somos la segunda provincia del país con la menor cantidad de policías por habitantes: un policía por cada 174 personas, sólo superados por Chubut. No hace falta decir más”, señaló.
“Según los estándares internacionales acerca de la relación cantidad de policía-número de habitantes, hay un déficit superior al 100% en comparación con el actual número de efectivos”, aseguró la legisladora de Fuerza Republicana, Sandra Orquera. “Además de aumentar el personal, es sumamente necesario que sean debida y profesionalmente capacitados y equipados para involucrarse, y desde el poder político se los apoye en el cumplimiento de sus tareas, que son las de velar por la seguridad y libertad de los ciudadanos”, destacó con tono enérgico.
AUTOR: Gustavo Rodríguez LA GACETA