Pasaron cinco meses y 68 testigos desde que José Alperovich se sentó en la sala de audiencias del Tribunal Oral en lo Criminal N° 29. Aquel 5 de febrero el ex gobernador y senador de la provincia estuvo frente al juez Juan María Ramos Padilla, quien conduce las audiencias en el juicio por abusos y violencia sexual que se inició tras la denuncia de una sobrina y ex colaboradora, que trabajó con él durante la campaña electoral de 2018/19. Y aunque le dieron la posibilidad, declinó declarar en ese momento, algo que el Código Procesal le permite. Pero dejó una promesa: lo haría cuando hubiera terminado la ronda de testigos. Por eso este lunes él será el único que dará testimonio y se someterá a preguntas. Será el último acto procesal antes de los alegatos, previstos para la próxima semana en un juicio que marcará un hito en la historia de la provincia al ser el primer ex gobernador que enfrenta un proceso por este tipo de delitos.
Declaración previa
Alperovich ya declamó su inocencia. Dijo ser víctima de una campaña política, y aseguró que jamás abusaría de una mujer. Pero lo hizo al ejercer una corta defensa en esa primera audiencia del juicio. Luego de su testimonio la que declaró fue la denunciante, que lo hizo durante casi siete horas, y relató pormenorizadamente los detalles de cada uno de los ataques que dijo haber sufrido. La denuncia de la joven, en ese momento de 29 años, fue radicada el 22 de noviembre de 2019 tanto en los tribunales penales de Tucumán como en la Unidad Fiscal Especializada de Violencia contra las Mujeres (UFEM) de la Ciudad de Buenos Aires. Ella afirmó que los ataques ocurrieron entre el 14 de diciembre de 2017 y el 26 de marzo de 2018, en Yerba Buena y un departamento en Puerto Madero (Buenos Aires). Finalmente, la Corte Suprema de Justicia determinó que el juicio debía sustanciarse en Capital Federal.
Alperovich siguió las alternativas del juicio mediante la plataforma Zoom, desde su casa de Yerba Buena. Ahora deberá volver a Buenos Aires donde tiene departamento, justamente el lugar donde según la denunciante se produjo uno de los ataques.
Por las audiencias pasaron colaboradores de la campaña que hablaron a favor y en contra del ex senador, familiares tanto de la supuesta víctima como del imputado, peritos médicos, psicológicos y técnicos, ex y actuales funcionarios del gobierno y amigos de ambos.
Si bien aún no se adelantaron los análisis, se prevé que tanto el fiscal Sandro Abraldes como los representantes de la querella Pablo Rovatti y Carolina Cymerman pidan penas altas.
Según indicaron fuentes cercanas a los acusadores, debido a que se trata de delitos en concurso real podrían llegar a solicitar hasta 50 años de cárcel. La defensa, encabezada por Augusto Garrido, con la colaboración de Mercedes Rodríguez Goyena y del tucumano Ariel Sosa, apostará por la inocencia, y por ende, la absolución.