“Este es un mensaje de Gustavo Sancho y la familia. Dígale a la doctora que esto no da para más: o liberan a todos o a la jueza le va a pasar como a (Alberto) Nisman, y a sus hijas como a Candela (Sol Rodríguez)”, fue la amenaza que el 3 de abril de 2018 se recibió en uno de los teléfonos fijos del Juzgado Federal N° de San Isidro, a cargo de Sandra Arroyo Salgado.
En realidad no fue uno sino ocho los llamados al hilo que entraron al juzgado, entre las 9:01:31 y las 9:18:48 de la mañana de ese día. Todos fueron hechos por un hombre. En alguno de ellos se identificó como “Jorge”, en otros dijo que no tenía por qué identificarse y en los últimos menciono al nombre de Sancho.
Ahora, más de tres años después de ese episodio, la Justicia cree haber encontrado al responsable. Y no es un cualquiera.
Luego de un paciente trabajo de investigación por parte del fiscal federal de San Isidro Fernando Domínguez, el juez federal N° 2 de San Isidro Lino Mirabelli acaba de procesar a un sospechoso por el delito de “coacción doblemente agravada por resultar anónima y haberse dirigido contra un miembro de los poderes públicos con el propósito de obtener respecto de éste una medida o concesión”.
El apuntado es José Damián Sofía (57), un hombre muy conocido en el Oeste bonaerense, mencionado en más de una causa. La más impactante: la que investiga el doble homicidio de Christian Quinteros (43, alias “Gordo Tita”) y su esposa, Anabella Blumetti (46).
Los crímenes ocurrieron con apenas unos meses de diferencia. El primero a fines de diciembre de 2018 y, el segundo, en febrero de 2019.
Quinteros -que fue torturado con saña antes de ser asesinado- era chofer y mano derecha de Sofía. En cuanto a Blumetti, él mismo reconoció que era su amante.
Anabella Blumetti y Christian Quinteros.
Para entender la amenaza contra Arroyo Salgado, su importancia y lo que Sofía pudo haber pretendido lograr, hay que explicar varias cosas. Algunas son sabidas, como que Arroyo Salgado fue esposa de Alberto Nisman durante años y tuvieron dos hijas en común. Otras no tanto. Ejemplos:
1) En diciembre de 2017, apenas unos meses antes de las amenazas, Arroyo Salgado habia detenido a Gustavo Sancho (60) y a sus tres hijos -Alan, Franco y Ayrton- en una megacausa por lavado de dinero del narcotráfico. Fueron 45 allanamientos a cargo de 600 gendarmes con el secuestro de 45 vehículos, 12 motos, 135 teléfonos celulares, 3 lingotes de oro y 285 monedas de oro. Todos los Sancho siguen presos y desde agosto pasado están afrontando un juicio oral oral en el Tribunal Oral Federal 2 de San Martín.
2) ¿Quién es Gustavo Sancho? Un histórico peso pesado de San Martín. Tanto así que cuando fue el crimen de Candela Sol Rodríguez (año 2011), Juancho, el papá de la nena, marcó a Sancho como uno de los posibles autores intelectuales. Juancho sostuvo que Sancho creía que él lo había entregado a la Policía y tal vez había querido vengarse.
Con este dato se entiende mejor el hecho de que la amenaza telefónica contra Arroyo Salgado haya incluido el nombre de “Candela” en relación a las hijas de la jueza.
Jueza federal Sandra Arroyo Salgado. Foto: Pedro Lázaro Fernández
3) Si bien Sofía no tiene condenas registradas por narcotráfico, sí aparece en muchas causas por droga y según tres testigos de identidad reservada es socio de Sancho al parecer tanto en el negocio de la droga como en el de la compraventa de autos.
Sancho es tan fierrero que a dos de sus tres hijos (que están presos como él) les puso nombres de pilotos famosos: Alan (por Alain Prost) y Ayrton (por Ayrton Senna).
Precisamente Ayrton -que había logrado una excarcelación en pandemia para cuidar a sus hijos- fue detenido nuevamente el 3 de agosto pasado. Iba a toda velocidad por una calle de Parque Patricios, en Capital. Cuando la Policía lo detuvo para revisarlo, le encontró un kilo de cocaína.
El trabajo del fiscal
Ir tras las pistas que señalaban Sofía obligó al fiscal Fernando Domínguez a hacer un fino trabajo de recolección de pruebas y análisis de llamadas.
La escena del crimen de Anabella Blumetti, asesinada cuando iba en su auto.
Su planteo a la hora de acusar se basó en tres ejes principales: la relación de Sofía con la línea celular de la que habían partido las amenazas, su estrecha relación con Sancho y, por último, sus antecedentes de violencia y amenazas como método de coacción.
El Laboratorio de Análisis de Telecomunicaciones de la Dirección General de Investigaciones y Apoyo Tecnológico a la Investigación Penal del Ministerio Público Fiscal (DATIP) también hizo un minucioso estudio de la línea 1168054540 y logró determinar varias cosas sobre ese número, que había sido usado para las amenazas.
Con una titularidad errante, la línea había sido activada un día antes de los llamados al juzgado y descartada poco después en el área de Campana, zona que coincide con la ruta que hizo para esa fecha Sofía junto con el “Gordo Tita”, rumbo a Santa Fe.
Durante la investigación incluso se determinó que con ese número Sofía hizo llamados al entorno de un narco que le debía dinero. De acuerdo al planteo del fiscal Domínguez, no lo hizo sólo para amedrentarlo sino también para plantar pistas falsas que llevaran las amenazas hacia él.
El caso de este “acreedor” también muestra el perfil extremadamente violento de Sofía. La mujer del narco declaró que en una llamada Sofía le dijo que si no le pagaban el dinero que le debían iba a violar a alguno de sus hijos, o cortarle un dedo o llevarse a su nieta.
“Yo supe que Sofía era socio de Sancho y que éste le proveía droga de Bolivia o Perú. Cuando Sofía tenía alguna salida al exterior le daba la droga Gustavo”, declaró uno de los tres testigos de identidad reservada del expediente.
En su fallo el juez Mirabelli repasa toda la prueba y llega a la misma conclusión que el fiscal: quien llamó al juzgado y amenazó a Sandra Arroyo Salgado para tratar de beneficiar a Gustavo Sancho fue José Sofia.
Ambos están convencidos y ya lo estaban desde hace tiempo, sólo que ahora juntaron una cantidad de indicios impresionantes.
Por este mismo caso Sofía ya había sido detenido el 2 de noviembre de 2019. E incluso en aquella oportunidad se lo procesó, con fecha 15 de noviembre. Sin embargo, el 4 de febrero de 2020 la Cámara Federal de San Martín revocó esta decision y le dicto “falta de mérito”.
En esa oportunidad la Cámara pidió más pruebas. Y eso es exactamente lo que ahora la investigación de Domínguez parece haber dejado saldado.