Cuando en ningún medio de comunicación local se hablaba al respecto, Tucumán Despierta mostraba la “guerra fría” entre Gernán Alfaro y Mariano Campero a causa de que el intendente de Yerba Buena nunca pudo digerir su derrota con su par de la Capital, al punto de que entre sus íntimos barajó la posibilidad de que el mandatario municipal capitalino le habría hecho “fraude” en las PASO del 2021.
Desde hace un tiempo, Mariano Campero, había preferido adoptar una postura silenciosa, un perfil bajo como se dice en la política, sin más exposición que la institucional. Aunque no lo admita públicamente, las internas del año pasado en Juntos por el Cambio le han dejado secuelas tras haber perdido por escaso margen contra la lista del intendente de San Miguel de Tucumán, Germán Alfaro.
En ese marco, repasa los resultados electorales y se da cuenta que, en varios circuitos capitalinos, ha salido airoso. Esto le permite abonar la idea de que lo mismo habría pasado en otros lugares de San Miguel de Tucumán, pero que no se habría traducido en la realidad a causa de una supuesta “mano negra” que lo habría perjudicado. Lo cierto es que no le alcanzó para ganar las PASO.
En ese marco, que Mariano Campero provocó la indigestión de más de un dirigente alfarista cuando ayer domingo aseguró que en Juntos por el Cambio “tenemos las puertas abiertas, pero no se negocia, Sánchez gobernador en 2023”. De esta manera, lo que se desprende de sus declaraciones es el hecho de que Germán Alfaro no sería el candidato a gobernador en el 2023, máxima aspiración del intendente capitalino.
Es por ello que, ni lerdos ni perezosos, desde el alfarismo rechazaron que Campero hable de candidatos y hasta le recordaron que perdió las PASO. De esta manera, mandaron a la basura la pantomima sobre que Juntos por el Cambio parecía pasar por un momento de mayor tranquilidad. La realidad demostró que el alto al fuego en la interna que no duró más de unos pocos meses. Lo cierto es que la declaración del intendente de la “Ciudad Jardín” no cayó bien.
Al menos, no cayó bien en el núcleo alfarista y varios funcionarios criticaron a Campero. “Lo que diga Campero lo tengo que tomar a la ligera. Cuando nos encontrábamos en pleno proceso del armado del espacio nos juró y perjuró que él no tenía aspiraciones a ninguna candidatura y ya ven, terminó encabezando una de las listas perdedoras de las PASO. Así que sus compromisos políticos, al menos a mí, me resultan volátiles”, aseveró Rodolfo Ocaranza.
Se trata del fiel perrito faldero de Alfaro, quien lo premió en su momento con el puesto de Secretario de Gobierno de la Municipalidad capitalina. Este funcionario con sus declaraciones no hizo más que intentar desacreditar las afirmaciones del yerbabuenense. Hasta se dio el lujo de chicanearlo. “Sólo se entiende en un contexto de una herida que no terminó de sanar por aquella derrota en las PASO”, dijo Ocaranza.
E insistió: “así que doblemente me tienen sin cuidado sus palabras”. Por último, advirtió que con sus dichos sólo generan polémicas dentro de la oposición y termina siendo funcional al oficialismo, que debería ser el rival político a vencer. Pero no fue el único de los laderos de Alfaro que salió a pegarle a Campero. Y es que Alfredo “Fredy” Toscano, secretario de Obras Públicas de la Municipalidad capitalina, es otro de los alfaristas que criticó la posición de Campero.
En esa línea, también aprovechó la ocasión para poner foco en el timing. “La propuesta de un candidato a gobernador con dos años de anticipación, en medio de un rebrote de una pandemia que tiene estresado literalmente a todo el mundo es, ciertamente, no tener la menor idea de por donde pasa la agenda social en este momento”, aseguró el funcionario. Y, con cierto dejo de lástima, agregó: “triste para alguien que tiene que gestionar el día a día de una ciudad tan demandante como lo es Yerba Buena”.
En ese marco, y de acuerdo a lo que consideró el funcionario, quien sale más dañado de la propuesta de Campero es el propio Sánchez, que deberá responder por las declaraciones de otra persona. “Que te proponga el candidato que perdió la interna es que esa candidatura nazca muerta, no tiene legitimidad, nadie triunfa cuando te apoyan los perdedores”, analizó Alfredo Toscano.
Los tiempos en política son importantes y saber cuándo actuar y qué decir en el momento preciso es crucial para conservar las aspiraciones de victoria. Para Toscano, el manejo de esos tiempos por parte de Campero fue casi lapidario: “lanzar una candidatura con tanta anticipación es mandar a ese candidato a la parrilla, todos los que estamos en política lo sabemos, Campero no puede desconocerlo”.
Es por ello que se animó a vaticinar que “esto que está disfrazado de apoyo parece una maniobra para sacar un candidato del medio, una práctica que se usó y, a esta altura, es casi una novatada. Campero está siendo una mala copia de Bussi diciendo lo que le mandan a decir. Tiene perfume a jugada del peronismo gobernante”, advirtió. En definitiva, la guerra entre Mariano Campero y Germán Alfaro pasó de fría a oficialmente declarada tal y como lo anticipó Tucumán Despierta.
