Estas regulaciones buscan promover la claridad en las operaciones financieras y verificar que los fondos tengan un origen comprobable.
Cuando se transfiere dinero entre cuentas propias es importante tener en cuenta ciertas normativas fiscales para evitar posibles problemas con la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA).
Aunque estas operaciones puedan parecer fáciles, es común tener errores que podrían derivar en inspecciones o requerimientos del organismo:
Falta de justificación del origen de los fondos: es imprescindible contar con documentos que respalden todas las operaciones, incluso las transferencias entre cuentas propias. Sin ingresos declarados, tanto la ARCA como los bancos podrían exigir explicaciones.
No atender requerimientos del banco o fintech: si una entidad financiera solicita justificar el origen de los fondos, es crucial presentar la documentación necesaria a tiempo. De lo contrario, podrían emitir un Reporte de Operación Sospechosa (ROS) a la UIF.
Exceder los límites permitidos sin justificación: superar la cifra vigente sin una explicación válida puede desencadenar una inspección por parte de la ARCA.
Realizar transferencias por encima de los valores permitidos: aunque los bancos elevaron sus límites, es fundamental conocer los montos autorizados por cada entidad para evitar inconvenientes.