Teniendo en cuenta que la actual vicepresidenta está cobrando la jubilación de ella como presidente, la pensión de su ex marido y su sueldo como vicepresidente, se puede inferir que claramente es una jubilada VIP ya que suma aproximadamente por mes $700 mil. Pero, además, tiene un reclamo para hacerle al Estado que algunos estiman llega a los $100 millones, cuando la mayoría de los jubilados cobra la mínima, es decir, una miseria.
Para cerrar un reclamo de esas características ella ha ido acumulando la pensión de su exmarido y la verdad que la Constitución Nacional es muy clara cuando especifica que ante un sueldo no se puede tener otro salvo que sea el de presidente de la República. Cualquiera si estuviera jubilado y ejerce un cargo público debería cobrar la jubilación y no hacerlo con el sueldo, o bien suspender momentáneamente la jubilación y cobrar el sueldo.
La señora, que piensa que es la reina Cristina y piensa que está en una monarquía, ella decide cobrar los dos sueldos, las dos remuneraciones. Lo que pasa es que el kirchnerismo generó un sistema político en el cual los intereses colectivos no le preocupan, sino que es un sistema dinástico. Esto significa que es un sistema que se rige por una dinastía que es la de los Kirchner que por la muerte de Néstor Carlos Kirchner no se pudo instalar el modelo cuatro por cuatro.

Al no haber reelección indefinida lo que iba a hacer el matrimonio presidencial era cuatro años Néstor, cuatro años Cristina y así hasta que Máximo pudiera gobernar. Cuando muere Néstor, al no tener Cristina reelección, quisieron inventar a Scioli que perdió. Ahora, están pensando en el príncipe Máximo para entronizarlo dentro de dos años, donde claramente se produce un sistema dinástico y típico de las monarquías absolutistas que lo quieran reeditar en el siglo XXI.

El populismo no reconoce reglas, termina siendo una tiranía que a la postre intenta cargarse inclusive al sistema electoral y la constitución, que son los dos únicos vallados que le quedan para instalarse como un gobierno absolutista. No hace falta pensar en una Venezuela porque podemos ir al noroeste y ver lo que hace Gildo Insfran. La gente cree que son palabras, pero en realidad ellos hablan de conceptos.

Entonces, ya nos está diciendo hacia dónde va y hay cosas que los argentinos no entendemos que cuando dice eso es un acá es hacía donde quiero llegar, que es mucho más fuerte que lo que sucede en Santa Cruz. La gente va a reaccionar a tiempo cuando abra la puerta de la heladera y vea que no tiene ni medio vaso de leche y ahí ya es tarde porque ya va a estar comiendo de la mano de un gobierno que le va a decir “vos tenés que hacer esto y esto”.
Dependerá de que el sistema funcione y que todavía se tenga una oposición y no se deje llevar nuevamente por los cantos de sirena, porque así le está yendo. Ahora van a aparecer caras como las de Espert o Milei que se dicen opositores, pero no lo son porque Espert al ser candidato a presidente fue funcional al kirchnerismo. Está todo por jugarse de cara a las elecciones de este año.