DOHA.- En el país donde el rugby es el rey y el fútbol siempre estuvo a la sombra, Tim Cahill tiene un currículum que envidiarían muchos jugadores argentinos. Jugó cuatro Mundiales consecutivos, en los que convirtió cinco goles, y fue una de las figuras de la Premier League inglesa durante ocho temporadas en el Everton. En Qatar, pertenece al selecto grupo de “leyendas” de la FIFA y este sábado estará en el estadio Ahmad bin Ali para alentar a Australia en el cruce de octavos de final frente a la Argentina.
De raíces samoanas, Cahill se retiró un año después de disputar su último Mundial, Rusia 2018. Antes, fue el primer australiano en marcar dos goles en una copa del mundo, en el 2 a 0 a Japón en Alemania 2006, y anotó uno de los mejores tantos de Brasil 2014, frente a Holanda en fase de grupos. Es el goleador histórico de una selección que empezó a tener mayor roce internacional a partir de su incorporación a la confederación asiática (de la que fue subcampeón en 2011 y campeón en 2015).
En una entrevista con LA NACION en la previa del partido en que Alemania derrotó 4 a 2 a Costa Rica y quedó eliminada, Cahill recuerda como antecedente el triunfo de Australia frente a la Argentina en los Juegos Olímpicos de Tokio, en 2021. Ese equipo que venció a la Selección juvenil tenía la base que enfrentará mañana a Messi y compañía. Todavía habla de “nosotros”, como si fuera parte de la selección.
Cuenta que el mayor atributo de Australia es “su espiritu de lucha” y un plantel con experiencia, que vino a Qatar “a hacer historia”. Sostiene que pueden aprovechar “los altibajos” que mostró la Selección de Scaloni en la primera fase y que están “ilusionados” en dar el batacazo.
-¿Qué expectativas tiene para el partido contra Argentina?
-Una de las cosas más importantes es que en esta copa planteamos los partidos paso a paso. Contra Francia fue un debut muy difícil (derrota 4-1). Luego empezamos a jugar diferente. Túnez también es un equipo enérgico, fuerte y muy bueno en la mitad de la cancha, pero ahí les ganamos la batalla y conseguimos el gol que necesitábamos para ganar. El último partido contra Dinamarca fue diferente. Tuvimos que cambiar tácticamente la preparación: sabíamos que Dinamarca era lenta, lo aprovechamos y pudimos pasar de ronda.
En cuanto al partido contra Argentina, no tenemos mucho tiempo para prepararnos. Jugamos el sábado y ahora todo se trata de la recuperación. Tenemos un equipo con aguante, podemos adaptarnos y estamos ilusionados.
-¿Es una sorpresa Australia en este Mundial?
-Por supuesto. En cinco Mundiales solo teníamos dos victorias, y aquí en Qatar ya igualamos esa marca. Obtuvimos seis puntos, fuimos disciplinados y lo mejor de todo es que siempre respetamos a nuestros rivales. Cuando se trata de fútbol, sabemos que en la cancha somos 11 contra 11. Tenemos un buen plantel con experiencia. Y lo más importante en el fútbol, cuando estás bajo presión, es estar unidos y asegurarnos de que aguantamos esa presión y no dejamos que nos afecte el entorno.
-¿Cómo se preparan para enfrentar a Messi?
-Tenemos que estar orgullosos de jugar contra algunos de los mejores jugadores del mundo y tener la oportunidad de enfrentar a Messi. Es un privilegio para este equipo jugar contra uno de los equipos más fuertes en el mundo.
-Para quienes no conocen el equipo de Australia, ¿cuáles son las fortalezas?
-Nuestro espíritu de lucha. Nunca nos rendimos y somos muy orgullosos, apasionados. La gente habla de Sudamérica y su amor por el fútbol, pero nosotros también tenemos esa pasión. No tenemos la misma calidad de jugadores, pero como grupo tenemos el fuego necesario para representar nuestra camiseta y a 25 millones de australianos. Sabemos que los argentinos vienen a este torneo con la idea de ganar la Copa del Mundo. Nosotros venimos con la idea de hacer historia y eso es todo lo que podemos hacer: seguir siendo disciplinados, eficientes y asegurarnos de que podamos ejecutar nuestro plan.
-Argentina tiene la obligación de ganar, ¿eso les quita presión a ustedes?
-El partido se planteará sobre lo que Argentina proponga, ya que nosotros no tenemos la presión. Esa es una de las grandes ventajas de este partido para Australia. En los tres partidos de la fase de grupos, Argentina tuvo altibajos y, a veces, cuando no has jugado el mejor fútbol te puede volver a pasar.
-¿Australia tiene jugadores para preocupar a su rival de mañana?
-Cuando se habla del valor en los jugadores hay una gran diferencia entre los dos equipos, pero esto es una Copa del Mundo. No importa dónde juegues o a qué nivel. Somos lo suficientemente competitivos para plantear un buen partido.
-¿Qué debilidades observa en la Selección argentina?
-La última vez que jugamos contra Argentina fue en los Juegos Olímpicos del año pasado y ganamos. Muchos de los jugadores que estaban en ese equipo son parte del partido del sábado, pero no usamos la historia para marcar la diferencia. No será un partido para ser emocionales, tenemos que ser despiadados y esforzarnos al máximo. Es una gran oportunidad. Lo único que puedo decir es que ganará el mejor. Esa es la belleza del fútbol: cualquier cosa puede pasar.