Finalmente se conoció que el Producto Bruto Interno (PBI) argentino tuvo un desplome de 9,9% durante 2020 como consecuencia de la pandemia, según publicó este martes un informe del Indec. Pero también en esta dura realidad tuvo que ver la mala gestión sanitaria del Gobierno nacional y las malas políticas económicas. Cabe recordar que, sólo en el último trimestre del año pasado, la economía tuvo un retroceso de 4,3%.
Por el lado de la oferta, únicamente se salvaron los sectores de Electricidad, gas y agua con un 0,9% e Intermediación financiera con un 2,1%, los cuales crecieron en torno a esos porcentajes durante 2020 en comparación con 2019. Mientras que los 14 sectores restantes de la actividad mostraron caídas, sobresaliendo por su magnitud la de Hoteles y restaurantes con un 49,2% y otras actividades de servicios comunitarios, sociales y personales con un 38,9%.
Como si esto fuera poco, otros rubros con fuertes retrocesos fueron la construcción con un 22,6%, pesca con un 20,9%, hogares privados con servicio doméstico con un 18,6%), explotación de minas y canteras con un 10,5% y agricultura, ganadería, caza y silvicultura con un 6,9%. Pero también un indicador clave como lo es desde siempre la inversión tuvo un derrumbe de 13% durante el transcurso del 2020.
Mientras tanto, el consumo privado se contrajo un 13,1%, al tiempo que el público lo hizo 4,7%. En el comercio exterior el efecto de la pandemia también fue marcado. Las exportaciones tuvieron una caída de 17,7%, mientras que las importaciones lo hicieron 18,1%. En la comparación con el resto de la región, la Argentina tuvo la segunda caída del PBI más pronunciada, solo superada por Perú, con baja de 11,1%.
De esta forma, quedó evidenciado que ningún otro país de la región manejó tan mal la pandemia de coronavirus en lo que a los daños colaterales en la economía como fue el caso de la Argentina por culpa de la ineptitud del Gobierno nacional, cuyas cabezas visibles son el presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Kirchner. De esa manera, la economía concluyó el año de la pandemia con el retroceso más pronunciado desde la crisis de fines de 2001.
En aquella oportunidad, esa cifra orilló el 11%. Esto significa que, dicho de otro modo, por efecto de la crisis sanitaria, principalmente, la economía perdió en 2020 el equivalente a poco más de un mes de generación de riqueza, aunque con notable disparidad entre los sectores, principalmente si se trata de los denominados capital intensivo, que en general fueron menos afectados, y los caracterizados por ser mano de obra intensiva.
Para recuperar el terreno perdido en todo 2020, al nivel de actividad que el Indec midió para diciembre último, se necesitaría multiplicarlo por poco más de 10 en la rama hotelera y de restaurantes; por 5,5 en la de servicios personales y por 3,3 en el de la construcción. Para colmo, este año, el Gobierno y el sector privado proyectan un rebote de la economía que no alcanzará a compensar el impacto de la pandemia. ¿Asumirá su responsabilidad el oficialismo del desmadre que hizo?