La Organización Mundial de la Salud recomienda realizar 150 minutos de actividad física moderada a la semana. Contrario a un estilo de vida activo, el ente internacional determinó que Argentina se encuentra entre los 20 países más sedentarios del mundo, un dato que demuestra lo alejados que estamos de cumplir, en promedio, el tiempo de ejercitación recomendada.
El sedentarismo consiste en realizar actividades de bajo gasto de energías mientras se está despierto, como sentarse, reclinarse o acostarse, según la OMS. En general, la creciente motorización del transporte y el uso de pantallas en aumento, hicieron de este un tema preocupante, debido a que las personas cada vez se esfuerzan menos físicamente.
Riesgos de un estilo de vida sedentario
Aunque muchas veces parece una actividad tentadora, pasar mucho tiempo acostado, sentado, en reposo, descansando, puede ser perjudicial para la salud a largo plazo. La inactividad disminuye la calidad de vida y favorece la aparición de enfermedades cardiovasculares como la hipertensión, diabetes y obesidad. Todas potencialmente mortales si no se tratan adecuadamente y a tiempo.
Según Medline Plus, tener un estilo de vida sedentario tiene muchas consecuencias:
- – Menor quema de calorías que incrementa las probabilidades de subir de peso
- – Pérdida de masa muscular y resistencia al no utilizar los músculos
- – Pérdida de contenido mineral y debilitamiento de los huesos
- – Afección del metabolismo y problemas para sintetizar grasas y azúcares
- – Debilitamiento del sistema inmunitario
- – Problemas en la circulación de la sangre
- – Retención de líquidos e inflamación corporal
- – Desarrollo de desequilibrios hormonales
Además de diabetes e hipertensión, no hacer actividad física de ningún tipo aumenta las probabilidades de padecer un infarto o enfermedad coronaria. También puede aumentar los niveles de colesterol, desencadenar un síndrome metabólico, osteoporosis, depresión y ansiedad y hasta algunos tipos de cáncer como de colon, mama y útero.
Cómo empezar a hacer ejercicio
Si una persona se caracterizó por un estilo de vida sedentario, puede que tenga que comenzar lentamente. Puede ir agregando más ejercicio en forma gradual. Cuanto más pueda hacer, mejor; siempre intentando no abrumarse. Hacer poco ejercicio es siempre mejor que nada. Eventualmente, su meta podrá llegar a hacer la cantidad recomendada de ejercicio para su edad y salud.
Hay muchas maneras diferentes de hacer ejercicio, lo importante es encontrar los tipos que sean más adecuados a sus necesidades y estilo de vida. También puede tratar de añadir actividad física a su vida en pequeñas formas, como en la casa y el trabajo.