El Gobierno anunció este martes que retomó las negociaciones con Pfizer por su vacuna contra el coronavirus luego de que las conversaciones con el gigante farmacéutico quedaran en punto muerto por diferencias en el contrato.
“La ministra de Salud (Carla Vizzotti) junto con todo el equipo retomó las negociaciones con Pfizer para entender el estado de situación y cómo se pueden generar algunos cambios para avanzar en un posible contrato. Las negociaciones a veces se frenan, luego se retoman. En ningún caso están cerradas o imposibles de poder pensar en firmar o en avanzar. Tiene que haber acuerdo entre las partes”, aseguró la asesora presidencial Cecilia Nicolini en diálogo con Futurock.
“Esto significa no solo ponerse de acuerdo en las cláusulas que en su momento no estábamos de acuerdo, sino también tener una propuesta interesante para la Argentina de entrega en tiempo y forma de esas vacunas. En virtud de esas conversaciones y las posibles propuestas de Pfizer y las cláusulas que debemos firmar estemos de acuerdo, es que posiblemente podríamos avanzar con Pfizer. Seguimos dialogando con todos y en cuanto podamos firmar nuevos contratos lo anunciaremos”, continuó la funcionaria.
Los motivos por los que la Argentina no logró sellar un acuerdo con Pfizer son aún son un misterio. El Gobierno no informó de manera oficial cuáles fueron los desacuerdos que impidieron que el país pudiera firmar contratos como los que ya rubricaron naciones vecinas como Chile y Brasil.
Las diferencias entre las partes comenzaron en octubre pasado. La Argentina sancionó en el Congreso una ley de vacunas a través de la que aceptó hacerse responsable material por las consecuencias no deseadas, excepto que Pfizer incurriera en negligencia. Este término disgustó a las autoridades de la compañía, que lo consideraron un concepto muy ambiguo. Entendieron que de esa forma se abría un escenario de posibles demandas hacia la firma y pidieron anular ese punto.
El punto de conflicto también se centra en que el laboratorio internacional habría pedido que el país responda con bienes/activos soberanos ante posibles incumplimientos. Para enmendar esta situación el Gobierno ofreció un seguro de caución en los Estados Unidos que la firma rechazó. Estas fueron las “condiciones casi inaceptables” de las que habló Ginés González García antes de dejar el ministerio por el escándalo de la vacunación VIP.
En otras palabras, para llegar a un acuerdo el país debería modificar la ley de vacunas que sancionó en octubre pasado o llegar a un acuerdo con el laboratorio respecto a este punto.
NEGOCIACIONES CON ASTRAZENECA Y CUBA
Además de confirmar la reactivación de la negociación con Pfizer, Nicolini indicó que el Gobierno tiene diálogo constante con Cuba por sus vacunas. “Avanzaron bastante en la fase 3 y el presidente está en contacto con (Miguel) Díaz Canel”, aseguró.
También destacó que desde el inicio de la pandemia el objetivo fue “conseguir la mayor cantidad de vacunas posibles”, y aseguró: “Ahora estamos esperando los resultados de los lotes de la vacuna de Oxford y Astrazeneca. Hay muchísima demanda y pero esperamos tener buenas noticias en las próximas semanas”.
”Todas las vacunas tuvieron retrasos. Esperemos que en los próximos meses podamos contar con vacunas en parte producidas en Argentina”, completó.