El titular del movimiento boinas blancas y flamante licenciado en Ciencias Políticas, Ariel García, hablo acerca del radicalismo, luego de lo que fueron los resultados de las elecciones del pasado domingo. En ese marco, el director de la Organización para el Desarrollo Sustentable (ODS), se refirió también a la intervención que todavía pesa sobre la UCR en Tucumán desde hace casi tres años.
“El problema que tenemos es que hay que recuperar a los partidos políticos y hay que recuperar la institucionalidad en los partidos políticos”, manifestó. En ese sentido, aprovechó la ocasión para recordar que “el radicalismo está intervenido hace casi tres años porque en su momento el macrismo quería manejar al radicalismo desde Buenos Aires”. Al respecto, Ariel García trazó un paralelismo entre las PASO del domingo pasado y la intervención de la UCR a nivel local.
“La elección del domingo pasado ha dejado claramente en evidencia que al no haber un partido, al tenerlo al radicalismo intervenido, sin conducción política, sin liderazgo político, hemos tenido radicales en todas las listas”, dijo, al tiempo que opinó que esta situación se debe al hecho de que “eso tiene que ver, porque no hay partido, hay algunos que no quieren, ni les conviene y las pruebas estuvieron el domingo, pero no les ha convenido tanto”.
En ese sentido, es conocida su crítica para con el mandatario municipal de Yerba Buena, Mariano Campero, uno de los dirigentes radicales que se oponen a la normalización de la UCR por temor a quedar diluida la orientación que pretende darle al centenario partido. No en vano, Ariel García hizo hincapié en que la dispersión de radicales en varias listas hizo que el intendente de Yerba Buena no fuera el ganador de la interna, que quedó en manos de Germán Alfaro.
En esa línea, Ariel García opinó que, al final, “no le ha convenido tanto porque la autocrítica que se tiene que plantear es que si hubiesen tenido el partido normalizado, el hubiese estado integrado, es decir, todo unido en un solo espacio y esto no pasó”, en alusión a que mientras Campero y Roberto Sánchez fueron por un lado, José Cano y Silvia Elías de Pérez fueron por otro.
Asimismo, manifestó que “acá había gente que quería entregarle el radicalismo a Bussi y han hecho campaña durante todo el verano con Bussismo”, algo que calificó como una suerte de “romance de verano”, en alusión a la campaña que realizaron Mariano Campero y Roberto Sánchez, junto con el titular de Fuerza Republicana. Esta situación le dio pie para pedir nuevamente por el fin de la intervención a la UCR.
“Entonces lo que hay que discutir es qué partido queremos o si queremos seguir teniendo un partido intervenido, un radicalismo vacío con las puertas cerradas y sin debates, sin discusión, sin análisis”, postuló Ariel García. Además, agregó que es necesario “entender que más allá de la mirada que cada uno pueda tener, podemos encontrar denominadores comunes que nos permitan resolver los problemas de la gente”.
En ese sentido, Ariel García declaró que “la democracia se fortalece con partidos políticos fuertes”, razón por la cual insistió en que “por eso necesitamos que el radicalismo se normalice, que llamen a elecciones internas del partido. Necesitamos que el radicalismo, que es el partido con mayor tradición democrática, esté normalizado, no puede seguir intervenido”.
Y es que, además, añadió que “necesitamos un partido que se anime a discutir y a instalar los debates que realmente le van a cambiar la vida a la gente”, en lugar de que “estén pensando en resolver los problemas de los dirigentes”. Por otra parte, se refirió al movimiento de los Boina Blancas, del cual dijo que “sigue creciendo, sigue renovándose y nosotros tenemos el orgullo de ser boinas blancas”.
Ariel García también manifestó que, considerando “la cantidad de dirigentes radicales que han estado en las tres listas que participaron en las primarias abiertas”, está claro que “equivocadamente con un partido intervenido han perdido la posibilidad de construir una alternativa de mujeres y hombres que sean del radicalismo y que tengan representación en el Congreso”, por lo que lamentó que hayan “renunciado a encontrar una alternativa de gobierno”.
Es por eso que dijo que “por eso no puede seguir el partido intervenido, no podemos seguir con un partido sin liderazgo. Necesitamos un partido con liderazgo, un partido con conducción, un partido que debata y que se anime a criticar las cosas que están mal”. Y subrayó “la importancia de que el movimiento boinas blancas pueda estar en la mesa de la UCR como símbolo que identifique a las mujeres y hombres de un partido centenario que necesita ser la alternativa para los tucumanos”.
