En una entrevista radial, el dirigente radical, líder de Boinas Blancas, Ariel García analizó las elecciones y manifestó que “venimos de un proceso electoral donde lamentablemente las personas que vienen del radicalismo tienen muy pocas opciones y esto es porque tenemos un partido intervenido”. En esa línea, aclaró que “no lo tenemos intervenido por procesos democráticos que no se pudieron concluir, sino porque nos robaron las fichas de afiliación y no solo las robaron, Mariano Campero les prendió fuego en el patio de la casa radical”.
Asimismo, agregó que es “por eso que Campero no ganó las primarias porque los radicales lo castigaron y le dijeron ´señor, usted era el vicepresidente de un partido que lo intervinieron´ y como nosotros no teníamos las fichas de afiliación, fuimos a la Justicia Federal Electoral con competencia que intervino en ese proceso y lo que hizo fue que les dijo “señores, tienen que hacer el padrón de afiliados y tienen que pedirles a todas las personas que vuelvan a hacer sus fichas de afiliación porque las mismas no están porque las quemó haciéndose el gracioso Mariano Campero´”.
Al respecto, Ariel García expresó que “las diferencias se dirimen con la elección del afiliado a través del voto. Pero esa soberanía popular en el radicalismo está cercenada, nos quitaron la posibilidad y fue tan así que ya llevamos más de 4 años con el partido intervenido. Entonces, habría que preguntarse cómo puede ser que la Unión Cívica Radical, un partido que tuvo una enorme responsabilidad en la recuperación de la democracia y que nació luchando para que la gente pueda elegir libremente, resulta que acá en Tucumán está intervenido”.
En ese sentido, opinó que “la oportunidad de normalizar el partido era antes de las PASO porque el argumento de que no se hacían las elecciones en el partido antes era porque estábamos en pandemia y que la gente no está vacunada, por lo que se ponía en riesgo la salud pública, pero ese riesgo ya está de alguna manera disminuido y la gente fue a votar en las primarias, ahora lo hará en la general, pero resulta que en el radicalismo la gente no puede elegir”.
Acerca de su participación en la UCR, dijo que él la mantiene de forma permanente en el partido “porque este no es una caja de zapatos, el radicalismo es una manera de interpretar la vida”. Además, hizo hincapié en el hecho de que “un militante jamás está ausente ni se va a la casa porque el que lo hace bajó los brazos y yo jamás bajé los brazos, siempre seguí militando desde mi lugar en una organización sin fines de lucro como lo es la Organización para el Desarrollo Sustentable”.
Por otra parte, advirtió acerca de que “los dirigentes tienen un problema muy serio porque no tienen charlas ni diálogos con la gente. Acá es curioso que cuando yo dialogaba con todos los sectores políticos desde la Legislatura, algunos decían que me había ido con Jaldo y que había abandonado el radicalismo. Y ahora resulta que los legisladores radicales o pseudo opositores hasta hace unos años estaban del lado del oficialismo y en cualquier momento vuelven de nuevo”.
En esa línea, recordó que “cuando el macrismo entró en crisis se fueron del macrismo y cuando Cambiemos empezó a surgir volvieron rápidamente como esas ratas que cuando se hundió el barco se iban y ahora vuelven, se suben y dicen que éste es el momento de volver a surgir. Eso la gente también lo evalúa y lo analiza”.
Asimismo, Ariel García mencionó que “las primarias abiertas en Tucumán no solo dejaron el resultado, sino también un enorme aprendizaje para aquellos que creen que la política no puede ser diálogo, para que ellos que creen que la política es ser antagónico”. Al respecto, manifestó que “Mariano Campero perdió porque dijo que había que jubilarlo a Cano y no hay que jubilar a nadie y eso fue una chicana de la politiquería y eso es querer negarse a la realidad”.
En ese sentido, recordó que “yo fui opositor a Cano cuando él estaba en el poder del gobierno de Macri, no cuando estaba venciendo su mandato. Porque eso no es de caballero, querer patear al que está en el piso, a mí eso me lo enseño mi padre y será que por no haber aprendido buenos modales es que Mariano Campero creía que lo tiene que jubilar a Cano y la verdad que tanto él como Silvia Elías de Pérez no tienen por qué jubilarse”.
Para finalizar, calificó a Mariano Campero como un “joven pero con mañas viejas, las mañas de la chicana política, la de eludir los debates, él hablar con los que son obedientes con él y no con aquellos que como yo tenemos una mirada crítica. A mí me gustaría que Mariano Campero tenga un dedo de frente y que sea honesto y que se anime a tener un debate público para que diga por qué le miente a la gente, hay que sacarle la careta. Esa politiquería le hace mucho daño a un partido centenario como la Unión Cívica Radical”.
