Lo que comenzó a investigarse como un supuesto accidente, terminó transformándose en otro homicidio. Un joven fue asesinado de un disparo en la cabeza y su cuerpo fue arrojado al cauce del río Salí.
El sábado por la tarde, vecinos de un paraje del este de la provincia, llamaron a la Policía para informar que había un cuerpo en el lecho del río. En un primer momento se pensó que se trataba de un pescador que podría haberse ahogado mientras realizaba la actividad deportiva. La fiscala Adriana Giannoni ordenó que se realizara la autopsia para determinar cuáles habían sido las causas de su deceso.
Ayer a la mañana, los médicos le presentaron por escrito el informe. El joven, mayor de 20 años, había recibido un disparo en la cabeza y habría fallecido varios días antes de que se encontrara su cuerpo.
Las autoridades lo identificaron como Jonathan Llanos, un hombre que tendría domicilio en Banda del Río Salí y que habría sufrido un serio problema de adicción. Los allegados confirmaron que el fallecido se ausentaba varios días de su casa y esa habría sido la razón por la que sus allegados no realizaron una denuncia por desaparición.
Fuentes judiciales y policiales comenzaron a investigar cuál habría sido el móvil del crimen. No descartan que se haya tratado de un transa que haya decidido acabar con el joven por una cuestión vinculada con drogas. Otra de las hipótesis que se manejan es que puede haber sido asesinado por la persona a la que podría haber robado y que después arrojó el cuerpo para no ser descubierto.