La jueza federal María Eugenia Capuchetti investiga una trama más amplia de sospechosos, cómplices y chats vinculados al atentado fallido contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, según confirmaron a LA NACION fuentes oficiales al tanto de la pesquisa.
La investigación apunta a determinar cómo actuó el primer y segundo círculo de relaciones de tres de los detenidos –Fernando Sabag Montiel, su pareja Brenda Uliarte y el jefe de la “banda de los copitos”, Nicolás Gabriel Carrizo–, en los meses previos y los días posteriores a la noche del jueves 1 de septiembre.
Esos círculos de relaciones habrían aportado apoyo logístico o, incluso, participado en tareas de observación e inteligencia en el barrio de la Recoleta, como también en la preparación material del atentado que, de acuerdo a mensajes que envió Carrizo a su hermanastra, Andrea, debía concretarse una semana después.
“Creemos que uno o más allegados a Sabag Montiel, Uliarte o Carrizo pudieron estar en Recoleta en los días previos al ataque”, indicó a LA NACION una fuente involucrada en la pesquisa. “Aparecen en algunas fotografías y filmaciones tomadas por los canales de televisión”, detalló.
El teléfono celular de Carrizo aporta información adicional sobre esa eventual trama más amplia de involucrados. Surge, en particular, de los intercambios que mantuvo con algunas personas como su hermanastra Andrea o un tal “Jony White”, como también del material volcado en diversos grupos de WhatsApp y Telegram.
“Estamos pensando en matar al jefe de la Cámpora esta vez”, le escribió Carrizo a las 23.40 del jueves 1 de septiembre, a “Jony White”, al que le precisó que no se movía solo. “Están llegando todos”, redactó. “Vamos a tener una reunión grupal”.
Casi en simultáneo, Carrizo ahondó en esa veta en un intercambio con su hermanastra. “Es largo de explicar, pero tengo un grupo de 90 personas”, le detalló. “Nos estamos juntando todos ahora para ver cómo solucionar este problema”, precisó, en alusión a la estrategia a implementar tras la detención de Sabag Montiel, al que calificó de “pelotudo”.
El material recuperado de su teléfono celular reafirma esa hipótesis. “En las horas que siguieron al ataque [de Sabag Montiel], Carrizo cruzó mensajes con ‘Jony White’ y con varios más en términos similares, aunque su intercambio más claro fue con su hermana [por Andrea], quizá por una cuestión de afinidad o confianza”, precisaron a LA NACION.
–Mi amigo [por Sabag Montiel] estuvo a un segundo de convertirse en héroe nacional, Andrea –le escribió Carrizo a su hermanastra–. Estuvo muy cerca. Falló el arma. No lo entiendo. Andaba bien.
–¿Con quién estás?- le preguntó ella.
–Es largo de explicar, pero tengo un grupo de 90 personas. Nos estamos juntando todos ahora para ver cómo solucionar este problema.
Ese “grupo de 90 personas” podría tratarse de un grupo de WhatsApp o Telegram titulado “Los Girosos”, nacido de una comunidad de intereses musicales y personales, en el que Carrizo ejerció un rol preponderante hasta su detención.
“Los Girosos”, sin embargo, no es el único grupo operativo en una plataforma digital que se encuentra bajo la lupa de los investigadores, según reconstruyó LA NACION. Otro de esos grupos abarca a más de 9000 seguidores, que suben noticias, historias, memes y datos que se retroalimentan entre sí, en una misma línea.
“Hay críticas y amenazas al establishment político. A Cristina [Fernández de] Kirchner, a [Mauricio] Macri, entre otros. Un verdadero discurso de odio. Incluso hay recriminaciones a [José Luis] Espert y a [Javier] Milei por no pasar a la acción, por ser tibios”, precisaron.
El desafío de los investigadores pasa ahora por determinar si alguno de los allegados de Sabag Montiel, Uliarte o Carrizo participó en la gestación y desarrollo del atentado o en un eventual encubrimiento posterior, sobre el que el “jefe de los copitos” aportó algún indicio en otro intercambio con su hermanastra.
“El arma con la que [Sabag Montiel] intentó ponerla [por matar a la vicepresidenta] no es la mía, yo le di un 22 corto. Recién hablé con la novia [por Uliarte] y la tiene ella, así que mañana la vamos a ocultar y vamos a ir a Crónica a hablar”, le comentó.