De acuerdo al último reporte oficial, son 1.503.222 los casos totales, 41.041 los fallecidos, 122.061 los que tienen en este momento la afección y 1.340.120 los recuperados
La llegada de la temporada de calor y los eventos masivos donde las medidas de prevención como la distancia social y el uso correcto del tapabocas no se respetaron formaron un especie de combo explosivo que llevó a que en las últimas horas se empiece a debatir si el AMBA está o no empezando la etapa del tan temido rebrote.
De hecho, en las últimas horas se llevó a cabo una conferencia de prensa con los ministros de Salud de Nación, Provincia y CABA. Por su parte, Ginés González García alertó de que la conducta se ha flexibilizado: “Se ha dejado de usar barbijo, se ha dejado de respetar la distancia, y se hacen reuniones sociales. Pero en la Argentina sigue habiendo circulación comunitaria. Por eso, si aumentamos la circulación, se incrementará la cantidad de argentinos que estén en situación de riesgo”.
“Hace cinco o seis días estamos viendo que tenemos un aumento de la cantidad de casos. La foto es que se estanca la velocidad con la que venían cayendo los casos, y lo mismo sucede con las camas de terapia intensiva, la velocidad con la que venía cayendo la ocupación de camas en el AMBA también nos preocupa”, explicó el ministro de Salud de Provincia, Daniel Gollán.
Argentina lleva en concreto diez meses con el virus circulando en mayor o menor medida, pero al igual que sucedió en Europa tras la llegada de las temperaturas altas, la relajación de la población con las medidas para prevenir el contagio se empezó a notar.
De hecho, este lunes el país llegó a tener más de 1,5 millones de casos confirmados por COVID-19. De acuerdo al último reporte oficial, son 1.503.222 los casos totales, 41.041 los fallecidos, 122.061 los que tienen en este momento la afección y 1.340.120 los recuperados.Argentina no cuenta con una fórmula para inmunizar a la población, la herramienta siguen siendo las medidas de prevención
De acuerdo a Roberto Debbag, vicepresidente de la Sociedad Latinoamericana de Infectología Pediátrica, el aumento de casos producto de la circulación del virus se debe a la cantidad de eventos no controlados que sucedieron en las últimas tres semanas: “Tuvimos muchos eventos masivos, como el funeral de Diego Maradona, las marchas al Obelisco, las fiestas clandestinas que se registraron en todo el país, entre otros, y esto sin duda produce el aumento de casos”.
En esta misma línea, Paula Rodríguez Iantorno, medica infectóloga de Helios Salud, explicó que según los datos disponibles la curva de casos en el AMBA venía en un descenso progresivo y en los últimos días se estabilizó: “Esto puede tratarse de una meseta prolongada, no necesariamente de un rebrote. Pero es una alerta amarilla que nos debe hacer reflexionar y redoblar la responsabilidad individual y social en los cuidados ya que es la herramienta más robusta que tenemos”.
En este sentido, el ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, destacó durante el parte matutino la necesidad de “mitigar, demorar” la llegada de una segunda ola de COVID-19 en el AMBA, y alertó sobre dos fenómenos que –advierte– tienen lugar en la ciudad de Buenos Aires: “Una ciudadanía que está cansada de cumplir las medidas de protección y cierta sensación de que esto está terminado”.
“Para poder controlar esta situación se debe seguir reforzando la comunicación de las medidas de prevención y aumentar la tasa de testeos en la Argentina,no solo para hacer diagnóstico clínico de las personas sino también diagnóstico de las personas asintomáticas para poder cortar con la transmisión del virus”, enfatizó Debbag.
Sin vacuna y en temporada de vacacionesLa costa atlántica bonaerense recibe a los turistas a pleno sol en este fin de semana (Télam)
Al igual que en la pandemia, Argentina pudo observar lo que sucedía primero en otros países, incluso en otros continentes. En el caso de Europa y Estados Unidos, los casos comenzaron a incrementarse después del verano y las vacaciones, y en la actualidad enfrentan el impacto de una segunda ola que dejó de ser un anuncio para convertirse en realidad.
Lo cierto es que a pesar de los acuerdos y la potencial llegada de una vacuna contra el COVID-19, Argentina no cuenta con una fórmula para inmunizar a la población, por lo que la principal herramienta sigue siendo respetar las medidas de prevención. Pronto comenzarán las vacaciones de los argentinos, un escenario en el que más que nunca se deben reforzar los cuidados.
Rodrigo Quiroga, doctor en Ciencias Químicas, especialista en análisis de datos y bioinformático, que sigue la evolución y propagación del COVID-19 en la Argentina y en el mundo junto a un grupo de expertos multidisciplinario del CONICET y los especialistas en modelado epidemiológico Rodrigo Castro y Ernesto Kofman, advirtió que lo mismo que le pasó a Europa está empezando a suceder en toda Sudamérica: “La noticia de que la vacuna está próxima a estar entre nosotros hizo que las personas se relajen mucho más, pero la acción de la vacuna lleva tiempo, van a llegar un poco tarde para poder evitar una posible segunda ola”.
“Si bien estamos aguardando la inmunización, el proceso será complejo y para alcanzar un impacto social positivo de la misma, deberá pasar un determinado tiempo en el que solo podremos seguir cuidándonos con lo que sabemos que ha funcionado: distanciamiento, tapabocas, lavado de manos y ventilación”, concluyó Iantorno.
“La vacuna es importantísima, pero vamos a convivir muchos meses con medidas de cuidado y vacuna. Apelamos a la responsabilidad colectiva e individual”, concluyó Gollán.