El Buen Pastor, cumpliendo un rol social fundamental en la contención de chicas de entre 12 y 18 años que atravesaban abandono familiar, violencia y otras situaciones conflictivas.
La propiedad pertenece al Arzobispado de Tucumán que debió solicitar autorización a la Justicia para proceder a su demolición, luego de detectar un serio deterioro en su estructura. Como la Provincia había incluido al Buen Pastor dentro del patrimonio histórico cultural, fue necesario obtener el aval judicial para proceder a su desmantelamiento.
Trascendió que luego de algunos estudios técnicos, comenzarán con la demolición de la parte superior en los próximos 15 días.
En cuanto a su futuro, teniendo en cuenta que se trata de una de las esquinas céntricas más importantes de San Miguel de Tucumán, vinculan a un grupo de empresarios que estarían interesados en desarrollar un emprendimiento comercial. Mientras tanto, desde el Arzobispado no descartan la idea de propiciar la apertura de una guardería de autos.