La foto de una bolsa de azúcar de Brasil junto a otra de producción nacional en la góndola de un supermercado de calle Viamonte al 1500, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, se difundió esta semana entre los grupos de WhatsApp que comparten industriales azucareros de la región, que reaccionaron con preocupación e indignación frente a ese hecho.
Empresarios del sector consultados por Tendencia de Noticias no descartan que se trate de una maniobra del dueño de una conocida cadena mayorista de supermercados para que sus proveedores nacionales bajen más el precio de este producto.
A principios de este año, el Centro Azucarero Argentino (CAA) había advertido sobre los riesgos de incluir el comercio del azúcar dentro del bloque del Mercosur por la diferencia de precios debido a que en el país vecino la actividad es fuertemente subsidiada por el Estado.
Por esta razón, las fuentes consultadas manifestaron que “no es más que otra maniobra que busca hacer terrorismo para conseguir precios más bajos”.
La imagen del azúcar importado de Brasil en góndolas porteñas generó preocupación en el sector ante la posibilidad de que otros supermercadistas tomen la misma decisión lo que podría generar un gran perjuicio a la actividad, profundizando la crisis imperante.
Un informe de la Asociación de Azúcar de Estados Unidos advirtió que los subsidios mediante los cuales durante más de 30 años el gobierno de Brasil favoreció a la industria azucarera de su país, siguen vigentes.
Se estima que estos subsidios, a la fecha, alcanzan la friolera de U$S 2.500 millones de dólares anuales.
Esto explica por qué el producto de Brasil tiene un precio que está por debajo del que tiene en nuestro país, donde la producción de azúcar no tiene ningún tipo de subsidio.
El CAA, en comunicados anteriores, recordó que el azúcar es el complejo productivo agroindustrial más importante de Tucumán, Salta y Jujuy, siendo la principal fuente privada de mano de obra y generación de valor agregado en esas provincias.
“Se caracteriza por ser intensiva, tanto en capital como en mano de obra y por el hecho de que, a diferencia de otras actividades agroindustriales, toda la transformación industrial se produce a no más de 30 kilómetros de las fincas productoras de caña. Se trata de una industria que se destaca por producir su principal insumo y procesarlo localmente y, por lo tanto, resulta estratégica para promover el desarrollo y la creación de valor a nivel local”, explicaron.
