La disminución en las tasas de vacunación en Argentina ha provocado el resurgimiento de enfermedades previamente controladas, como la tos convulsa. En las primeras seis semanas de 2025, la Ciudad de Buenos Aires registró 19 casos confirmados de esta enfermedad, mientras que en el mismo período de 2024 no se había reportado ninguno. Autoridades sanitarias y especialistas advierten que la baja cobertura de inmunización está aumentando el riesgo de brotes y llamaron a la población a reforzar la vacunación.
La tos convulsa, también conocida como pertussis o coqueluche, es una infección altamente contagiosa de las vías respiratorias y una de las principales causas de muerte en menores de cinco años a nivel mundial. La enfermedad es especialmente peligrosa en recién nacidos y lactantes, quienes pueden desarrollar complicaciones graves como neumonía o insuficiencia respiratoria.
La vacunación es la principal herramienta para controlar la propagación del coqueluche, pero no genera inmunidad de por vida. Por ello, es crucial mantener altas tasas de cobertura en todas las edades, especialmente en niños y embarazadas. Sin embargo, recientes informes han revelado que más de un millón de niños y niñas en Argentina no recibieron al menos una de las vacunas requeridas en 2021, lo que eleva el riesgo de nuevos brotes.
Ante la reaparición de la tos convulsa, especialistas recomiendan que todas las mujeres embarazadas reciban la vacuna triple bacteriana acelular (difteria, tétanos y coqueluche) para proteger a sus bebés antes del nacimiento. Este refuerzo permite que los anticuerpos maternos se transmitan al feto, brindándole inmunidad en los primeros meses de vida, cuando es más vulnerable.
Además, los expertos destacan la necesidad de reforzar las campañas de concientización sobre la vacunación y mejorar el acceso a las dosis en todo el país. Para ello, instan a las autoridades sanitarias a fortalecer los programas de inmunización y facilitar la llegada de las vacunas a las comunidades más alejadas.
Las autoridades sanitarias recuerdan que la tos convulsa se transmite a través de gotículas de saliva expulsadas al toser o estornudar. Los síntomas iniciales pueden confundirse con un resfriado común, pero luego evolucionan a ataques de tos severa, dificultad para respirar y vómitos. En lactantes, puede provocar pausas en la respiración, lo que requiere atención médica urgente.
Para prevenir la enfermedad, es fundamental que los niños reciban la serie completa de vacunas según el Calendario Nacional de Vacunación, que incluye la pentavalente a los 2, 4 y 6 meses de vida, y refuerzos posteriores con la triple bacteriana acelular. Asimismo, las personas que conviven con recién nacidos también deben vacunarse para reducir el riesgo de contagio.
El resurgimiento de la tos convulsa en Argentina pone en evidencia las consecuencias de la disminución de la vacunación. Autoridades de salud insisten en que la única manera de evitar más casos es aumentar las coberturas de inmunización y generar conciencia sobre la importancia de la vacunación.
En este contexto, instan a la población a acudir a los centros de salud para completar los esquemas de vacunación y proteger tanto a los niños como a los grupos de riesgo. La prevención sigue siendo la mejor estrategia para evitar enfermedades graves y garantizar la salud de la comunidad.