La Asociación Bancaria inicia medidas de fuerza en todo el país contra despidos y recortes en el Banco Santander. Denuncian presiones, achiques y desvinculaciones forzadas.
El gremio bancario, conducido por Sergio Palazzo, lanzó un plan de lucha nacional en respuesta a lo que denuncia como una avanzada del Banco Santander contra los derechos laborales. Según el comunicado oficial de la Asociación Bancaria fechado el 30 de mayo, la entidad financiera viene impulsando una política de “achique”, con despidos sin causa, presiones para aceptar desvinculaciones y un progresivo recorte de beneficios.
Mientras desde España la presidenta del grupo, Ana Botín, habla de “progreso y reconversión laboral”, la realidad en Argentina parece ir en dirección contraria. Desde el sindicato afirman que los discursos no se traducen en hechos concretos y que los directivos locales hacen oídos sordos incluso a las palabras de su propia ejecutiva.

Movilización masiva y plan de acción progresivo
El conflicto tuvo su primer gran capítulo el jueves pasado, cuando cientos de trabajadores y trabajadoras se movilizaron hacia la sede central del banco en el Edificio Garay. La jornada, que coincidió con el 52° Congreso Nacional Bancario, incluyó una nutrida asamblea encabezada por delegados de todo el país, marcando así el comienzo formal del plan de lucha.
A partir de ahí, el gremio resolvió un calendario de medidas progresivas:
Martes 8 de julio: Asambleas en las últimas dos horas de atención al público.
Martes 15 de julio: Asambleas extendidas a las últimas tres horas del día.
Jueves 17 de julio: Movilización masiva frente a la Embajada de España en Buenos Aires.
Martes 8 de julio: Asambleas en las últimas dos horas de atención al público.
Martes 15 de julio: Asambleas extendidas a las últimas tres horas del día.
Jueves 17 de julio: Movilización masiva frente a la Embajada de España en Buenos Aires.
El sindicato advirtió que, de no obtener respuestas concretas, las medidas se profundizarán.
Reclamo por soluciones urgentes y diálogo real
Desde La Bancaria apuntan a la necesidad urgente de abrir una instancia real de negociación. Aseguran que el personal está siendo vulnerado en sus derechos básicos y que las autoridades del Santander, lejos de buscar soluciones, han optado por seguir ajustando.