En un contexto de presiones cambiarias al alza y con una nueva aceleración del ritmo de inflación mensual, el Gobierno anunció que prepara otro paquete de medidas para intentar calmar las expectativas, que se traducen actualmente en una escalada sin freno de las cotizaciones paralelas del dólar. La ministra de Economía Silvina Batakis ya había realizado un primer anuncio el lunes de la semana pasada pero buscará presentar un plan de acción en concreto sobre cómo ordenará las cuentas fiscales, tal como anticipó en su llegada al Palacio de Hacienda.
El gabinete económico que rodea a Batakis, que está integrado por el presidente del Banco Central Miguel Pesce, y los ministros de Desarrollo Productivo Daniel Scioli, de Agricultura Julián Domínguez, de Turismo Matías Lammens, la titular de AFIP Mercedes Marcó del Pont, entre otros funcionarios, tendrá una primera reunión para diseñar esa hoja de ruta nueva, que incluiría medidas cambiarias para incentivar el ingreso de divisas por la vía del turismo receptivo y la liquidación de dólares del agro que todavía queda pendiente para ensanchar el colchón de reservas del BCRA.
La cuestión fiscal también aparece como urgente, al menos como una señal al mercado y al FMI de que las metas de reducción del déficit se cumplirán. El segundo trimestre, de acuerdo con estimaciones del Ministerio de Economía, finalizó con un nivel de rojo primario que está en línea con el objetivo planteado en el acuerdo con el organismo.
De todas maneras, el fuerte incremento en términos reales del gasto público (que según estimaciones privadas fue del 10% en el primer semestre del año) forzará al Poder Ejecutivo a un freno en la ejecución de partidas para tener aire fiscal suficiente y alcanzar el 2,5% del PBI de déficit al que se comprometió el Gobierno con el Fondo.
Los fondos de obra pública formaron parte de las reuniones con gobernadores y Batakis de esta semana
Reservas en baja, cuentas públicas en tensión e inflación nuevamente en alza aparecen en esa combinación que terminaron de desanclar expectativas. La incertidumbre hizo en las últimas horas al equipo económico apurar una nueva tanda de anuncios, que hasta ayer se mantenía bajo reserva en los despachos oficiales. Batakis trazó ante sus pares de gabinete un panorama crítico sobre los próximos meses.
“Se van a analizar diferentes medidas y será ella (por Batakis) y el equipo económico quienes las van a comunicar antes del fin de semana o la semana próxima”, mencionó la portavoz de la presidencia Gabriela Cerruti al finalizar la reunión de gabinete. La funcionaria aseguró que el dólar blue no tiene impacto en la economía real, aunque durante esa jornada la cotización paralela de la divisa avanzó otros 16 pesos y cerró a $317.
El único anticipo fue de Matías Lammens, que mencionó que el Gobierno evaluaba un “portafolio” de opciones para impulsar que los turistas del exterior, principalmente de países limítrofes, pudieran liquidar sus divisas en el mercado formal pero con un tipo de cambio diferencial, ya que en la actualidad solo obtienen en esa operatoria el valor oficial minorista, de $136. La brecha cambiaria de 120% con el blue hace que prefieran, lógicamente, volcarse al mercado informal, donde pueden obtener más de $300 por cada dólar en mano.
Según el Ministerio de Turismo, sólo el 16% de los 1.400 millones de dólares que llegaron al país en poder de los turistas extranjeros en lo que va del año, tiene como destino el mercado formal. Es decir que, mientras solamente 224 millones de dólares ingresaron a las arcas de la entidad monetaria, unos USD 1.176 millones alimentaron el mercado informal.
La iniciativa era todavía muy preliminar, según reconocieron en algunos despachos oficiales. También sorprendió a otros funcionarios que el Gobierno hubiera anticipado su intención cuando todavía está en estudio, en lugar de implementarla de manera directa sin preaviso, algo que suele tomarse como una regla cuando se trata de medidas que implican cambios regulatorios y más en un mercado volátil como el cambiario.
Lammens anticipó que el Gobierno estudia un tipo de cambio diferencial para turistas del exterior. REUTERS/Agustin Marcarian
El peso de la coyuntura forzó al equipo económico a buscar nuevos anuncios para calmar al mercado, algo que empezó como una premisa de Batakis desde que llegó al Palacio de Hacienda. Sus primeras palabras estuvieron dirigidas a dar una señal fiscal, en que prometió cambios administrativos en la ejecución del presupuesto y en una consolidación de las cuentas que tome en cuenta a todos los organismos públicos -que en algunos casos tienen superávit- como una cuenta única, para así ganar algo de margen fiscal.
De todas formas, si bien pudo haber implicado algún leve alivio para los inversores, que esperaban un mensaje en esa dirección, esa primera aproximación de Batakis no fue tomado como suficiente y el mercado reclamó medidas más concretas con una nueva salida del peso hacia el dólar paralelo. En el medio se sumaron dos datos negativos nuevos. Por un lado, una nueva aceleración de los índices de inflación que empeora el panorama de precios para lo que resta del año.
Por otro, que la balanza comercial terminó junio con déficit por primera vez desde diciembre de 2020 por el crecimiento de las importaciones de energía, que ese mes orillaron los USD 2.000 millones. Para julio en el BCRA esperan una cifra similar de compras en el exterior para este rubro y prenden velas para que agosto sea menos frío, lo que desaceleraría la necesidad de divisas.
Batakis comenzó esta semana una secuencia de reuniones y fotos de corte política para explicar sus primeros pasos. Entre lunes y martes se reunió con ocho gobernadores aliados y este miércoles recibió a intendentes de la provincia de Buenos Aires. Los fondos para obra pública y las transferencias a provincias fueron parte de esa agenda. Los mandatarios presionan porque ese flujo de fondos se mantenga y, en todo caso, que el ajuste llegue por otro lado. Antes, pasaron por su despacho ministros, funcionarios de otras áreas y representantes del sector privado.