Luis “El Mechudo” Albornoz fue noticia este fin de semana al ser señalado como el candidato a concejal que aprovechó las Pascuas para disfrazarse de Jesús y hacer campaña por las calles de Bella Vista.
Luego de que se viralizara la imagen donde aparece vestido con túnica y realizando la ‘V’ de la victoria con sus dedos, Luis expresó su enojo por la repercusión negativa de su foto y la agresividad de los comentarios por una actividad que -asegura- realiza desde hace ocho años, cuando regresó a Tucumán desde Buenos Aires.
“La repercusión me superó porque tengo hijos chicos. Me molestó de sobremanera, iba a largar todo. Esto lo hago porque quiero ser un ejemplo para los pibes que dicen que la gente laburante nunca llega”, expresó ’el Mechudo’ quien, además, se autoproclamó como una de las personas más reconocidas de la localidad y una de las que más vende en sus verdulerías.
“Los comentarios son de gente que no me conoce. Una falta de respeto para mi persona. Me ven con la seña de la ‘V’ de la victoria porque la persona que tomó la foto me lo pidió, pero yo voy por el radicalismo”, se excusó el hombre de 54 años que, por su popularidad en la ciudad, fue convocado por el intendente Jorge Salazar (UCR) para ocupar un lugar en la lista de ediles. “Como este año estoy bien económicamente y mis locales van bien, tenía dos opciones: una era sentarme a criar chanchos o meterme en política y devolverle algo a la gente”, confesó.
“El Mechudo”, como es reconocido en las calles de Bella Vista, contó su complicada historia de vida y expuso las razones por las cuales decidió candidatearse.
Tras abandonar Tucumán a los 11 años, tuvo varios matrimonios fallidos que le dejaron más de una docena de hijos, de los cuales varios viven con él desde que alcanzó cierta estabilidad sentimental y económica. “No te quiero mentir, tengo entre 14 y 15 hijos. Mi último divorcio fue violento por lo que volví a la provincia con lo puesto”, detalla. Y completó que cuando llegó “laburé en algunas empresas, viví en una choza y hacía lo que había venido a hacer en un principio: tomar y fumar”, cuenta este hombre que a pesar de que su idea era otra, formó nuevamente una familia con una tucumana 20 años menor que él.
Su primer lugar al regresar de la gran ciudad fue Lules, donde trabajó la tierra junto a unos productores bolivianos que le enseñaron muchas cosas del oficio. “Conseguí un carro y un caballo y comencé a vender en Bella Vista. Todos los días a las 3 de la mañana me instalaba frente a la cancha del club Bella Vista pero luego la Municipalidad me sacó y no me dejaron vender”, relata este creyente que confiesa que su “prosperidad” llegó cuando se enojó con Dios.
“Un día hablando con Dios le digo ‘qué estás haciendo con mi vida, me estás cagando la vida’, lo insulté muy fuerte. A partir de ahí es como si Dios se hubiera acordado de mí”, cuenta el ahora candidato en estas elecciones que insiste que usualmente se disfraza de Jesús de Nazareth para realizar sus actividades cotidianas.
“Yo leo la Biblia, soy muy creyente. Veo una película sobre Jesús y lloro. Un día hace cinco años le pedí a un amigo que me haga una túnica. Y salí para Bella Vista con barba postiza. Todos los años lo hice y el año pasado me propusieron ser candidato a concejal y acepté, porque Salazar me parece un tipo serio, jamás lo fui a molestar, jamás le pedí nada”, explica dejando en claro que no aprovechó las Pascuas ni la campaña electoral para disfrazarse.
“Mucha gente depende de mí, me considero un buen tipo. Anoche no dormí por la mala sangre que me hice por los comentarios de gente que se dice cristiana, que pedían que me mataran a mí y a mi familia”, se quejó por último el Mechudo, que en las últimas horas pensó en dejar de lado política, pese a que en otros posteos los vecinos de su ciudad le brindaron su apoyo para que siga adelante.