Después de días de enorme tensión, el gobierno de Lula Da Silva aceptó el pedido argentino para representar sus intereses en Venezuela y mantener bajo su protección diplomática a los seis dirigentes opositores que están asilados en la residencia del embajador, en Caracas. Se trata de una decisión de enorme importancia en la agenda internacional de la Casa Rosada, tras la expulsión de los diplomáticos que ordenó la dictadura de Nicolás Maduro por el rechazo de Javier Milei a reconocer su triunfo en las elecciones fraudulentas del domingo.
Minutos antes de las 6 AM, fuentes diplomáticas confirmaron que esta mañana está previsto el izamiento en las dependencias de la Embajada de la bandera de Brasil, que a partir de este jueves extiende su representación y al mismo tiempo ofrece la protección a los refugiados.
La decisión fue recibida con satisfacción por la líder de la oposición, María Corina Machado: “Agradecemos al gobierno de Brasil su disposición a asumir la representación diplomática y consular de la República de Argentina en Venezuela, y la protección de su sede y residencia, así como la integridad física de nuestros compañeros asilados en dicha residencia. Esto podría contribuir a avanzar en un proceso de negociación constructiva y efectiva como el que Brasil ha respaldado”, explicó en un mensaje publicado en la red X.
Las personas que están refugiadas son Pedro Urruchurtu Noselli, Humberto Villalobos, Claudia Macero, Omar González, Fernando Martínez y Mottola y Magalí Meda. Estuvieron desde el verano a cargo de la protección de la misión diplomática que encabeza el encargado de Negocios, Andrés Mangiarotti.
La sede diplomática argentina en Caracas será clausurada por orden del chavismo (AP)
El ex vicecanciller Andrés Cisneros explicó que la medida tomada por Brasil “es una excelente decisión” que tiene como antecedente lo que ocurrió en Malvinas: “Esto reivindica el papel que jugó Brasil en la guerra de Malvinas, nos representó ante Gran Bretaña” hasta que se reanudaron las relaciones diplomáticas.
Y además, destacó Cisneros, demuestra que “una cosa son Javier Milei y Lula Da Silva, dos presidentes que pueden estar distanciados, pero ahora tienen la posibilidad de unirse en pos de un objetivo superior; y otra cosa son Brasil y Argentina, dos países que no están peleados y tienen un destino común”.
El chavismo estuvo los últimos días asediando la embajada argentina luego de que el gobierno del presidente Javier Milei, a través de Cancillería, desconociera formalmente los resultados oficiales difundidos por el Consejo Nacional Electoral de Venezuela. Según esos datos, Maduro obtuvo una nueva reelección con el 51% de los votos, frente a un 44% de Edmundo González Urrutia.
Sin embargo, la oposición venezolana asegura que la manipulación de los datos fue burda y evidente. Frente a ello, planteó una estrategia que consistió en recolectar ellos mismos las copias de las actas de votación, recogida por sus testigos en cada mesa. Esa recopilación fue ordenada y publicada en un sitio de internet y arrojó un resultado totalmente distinto, que le adjudica la presidencia a González Urrutia con el 63% de los sufragios.
La posición argentina enardeció al régimen de Maduro, que ordenó que la embajada en Caracas perteneciente al país sea desalojada. Finalmente, con el plazo de 72 horas impuesto por el régimen chavista corriendo, los argentinos programaron su salida del país caribeño para aterrizar en Portugal.
Continúan las protestas en las calles de Caracas tras la autoproclamación de Caracas (EFE)
Lo cierto es que antes de la salida de los cinco diplomáticos, encabezados por Mangiarotti, y sus familias -un total de 14 personas que se irán en avión comercial a Portugal- funcionarios de la embajada brasileña acudirán a la residencia donde están los asilados e izarán el pabellón nacional. De allí se irán a cumplimentar los trámites para traspasar la representación y luego dirigirse al aeropuerto.