La bronquiolitis es una enfermedad infecciosa, por lo cual es fundamental tomar medidas para prevenir su contagio. “Cualquier resfrío de un adulto o de un niño puede provocar en un bebé pequeño una bronquiolitis, por eso cuando alguien está resfriado o con síntomas respiratorios en general, debe tener el cuidado de evitar el contacto con el niño pequeño para que este no se enferme”, refirió Ways.
Toser en el reverso del codo, limpiarse la nariz con papel, desecharlo y lavarse las manos y un sostenido lavado de manos permanente antes de atender al niño son algunas de las recomendaciones a las que se debe prestar especial atención: “Cuando alguien está enfermo en casa y es el que cuida al niño, debe ponerse un barbijo para evitar la transmisión de los gérmenes. Tienen que tener todas las vacunas colocadas en el núcleo familiar y mantener la lactancia materna que es la mejor manera de transmitir los anticuerpos para la bronquiolitis”.
A su vez la embarazada que está cursando entre las 32 a 36 semanas de gestación, tienen a su disposición la vacuna contra el virus sincicial respiratorio, que es el principal desencadenante de bronquiolitis: “Es importante a su vez poder diferenciar entre lo que se puede manejar en casa y lo que indica la necesidad de una consulta precoz y oportuna. Los cuidados de casa son básicamente evitar el contagio, limpiarle la nariz, pero estar pendientes de los síntomas cruciales, que son si el niño no se alimenta correctamente y pierde el apetito y si cambia sus hábitos de sueño, ante lo cual hay que consultar inmediatamente”.