En privado el ministro de Economía, Martín Guzmán, suele utilizar una histórica frase de la UCR para tratar de poner paños fríos a la tensión en el Gobierno en medio las alzas del dólar blue: “Calma kirchneristas”. Se trata de una reformulación de “calma radicales”, atribuida a una convencional del histórico partido para pedir una tregua en una de las muchas divisiones que tuvo ese espacio.
El titular del Palacio de Hacienda asegura que está controlado, pese a las inquietudes y temores que tienen el presidente Alberto Fernández, la vice Cristina Kirchner y el gobernador bonaerense Axel Kicillof a poco para las PASO.
El miércoles el dólar blue subió $3,50y cerró a $187, a poco para las elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO). Este registro superó el techo del año de $185, que se había marcado el 23 de julio. El paralelo se despertó después de las últimas restricciones al dólar financiero y como lo anticiparon los analistas, la demanda se recalentó sobre el segmento informal en el tramo final hacia las primarias.
Este alza reavivó la preocupación en el Ejecutivo con críticas de la vicepresidenta Cristina Kirchner al titular del Banco Central, Miguel Pesce, ante la posibilidad de que se mantenga la tendencia alcista. El miércoles hubo un aluvión de llamados del poder al ministerio de Economía, ya que la suba de la moneda estadounidense altera los ánimos en el oficialismo por el impacto que podría tener en las urnas.
Sigue la pérdida de reservas para contener el dólar
La decisión oficial de contener al dólar genera pérdida de reservas internacionales. el Banco Central (BCRA) vendió US$130 millones el miércoles de la semana pasada, US$100 millones siete días atrás, US$60 millones el lunes, US$90 millones el martes y otros US$90 millones el miércoles. Esto encendió las alarmas, ya que las previsiones indican que con este ritmo de drenaje de reservas la situación se vuelve insostenible hasta las elecciones generales de noviembre.
Igualmente en el Gobierno insisten en que la situación está bajo control y que las ventas de dólares del BCRA son normales para la época del año, cuando suele bajar el ingreso de divisas de las exportaciones del agro. Guzmán asegura además que no hay lugar para una devaluación abrupta, ni antes ni después de las elecciones.
Desde el Central argumentaron que la pérdida de reservas se explicó por la demanda de divisas de los importadores y consideraron que ese pedido de dólares se ubica en valores normales para esta época del año. Recordaron que el BCRA vendió US$1600 millones en septiembre del 2020. A mediados de ese mes el organismo endureció el cepo cambiario para frenar el drenaje de dólares.
