Carlos Albaca, el ex fiscal de Instrucción condenado por encubrimiento en el marco de la investigación del crimen de Paulina Lebbos, seguirá detenido en el penal de Villa Urquiza. La jueza de Ejecución de Sentencia Ana María Iácono resolvió no hacer lugar al pedido de prisión domiciliaria solicitado por el defensor Macario Santamarina, por lo que Albaca, quien en diciembre de 2021 recibió una pena de seis años de prisión, permanecerá alojado en la unidad 6 del Servicio Penitenciario.
La audiencia tuvo como protagonistas a la jueza, a Carlos Albaca, quien se conectó vía zoom desde la cárcel, a su defensor Macario Santamarina, a la representante del Ministerio Público Fernanda Pedroza, a la representante de la querella Soledad Deza, a la hija de Paulina Lebbos y al padre de la víctima Alberto Lebbos. No fue la primera audiencia que se realizó a pedido de la defensa.
Cabe mencionar que en las ocasiones anteriores la jueza resolvió rechazar el pedido ya que faltaban informes del servicio penitenciario, e incluso no estaban las huellas dactilares del condenado. Así se llegó finalmente a la audiencia de hoy, durante la cual Macario Santamarina solicitó nuevamente el beneficio de la prisión domiciliaria por estar en presencia de “un adulto mayor”.
La primera en oponerse fue Pedroza, quien consideró que el ingreso de Albaca al penal de Villa Urquiza era muy reciente (fue el 3 de mayo) y que además no se habían actualizado los informes sobre el estado psicológico y físico del condenado. Además, aseguró que el domicilio al que Albaca había solicitado ser trasladado funciona como estudio jurídico, por lo que las condiciones de detención no eran las correctas.
Y finalmente analizó con jurisprudencia que el hecho de tener 71 años de edad no habilitaba de manera automática al beneficio de la domiciliaria. A ello se adhirió la representante de la querella. Incluso la hija de Paulina Lebbos afirmó que no le parecía justo ese beneficio y que ella quería que la Justicia prevaleciera. “La gravedad de sus acciones no deben ser minimizadas”, afirmó.
Alberto Lebbos, por su parte, recordó que Carlos Albaca fue parte de una “organización delictiva” que confabuló para encubrir el crimen de su hija. “Fue una banda enquistada en el Estado, con delincuentes disfrazados de funcionarios públicos. Recordemos que la prisión domiciliaria es una excepción al cumplimiento de la pena y disminuye el poder de controlar del Estado”, dijo.
“El homicidio de Paulina está impune por las maniobras de encubrimiento. Se sigue manteniendo el pacto de silencio, no escuchamos la palabra perdón, arrepentimiento, no escuchamos los nombres de a quienes encubren. El caso fue contaminado con maniobras irregulares a lo largo de 17 años. Albaca debe seguir en la cárcel donde deben estar los delincuentes”, aseguró.
Iácono destacó que Albaca cumpliría su pena el 3 de mayo de 2029 y dijo que la prisión domiciliaria “es un cambio en la modalidad del arresto, un cambio de hábitat. Pero esta jueza corroboró personalmente las condiciones de alojamiento actual del condenado Albaca y son buenas”, dijo. “Hasta aquí no tenemos un programa individualizado de tratamiento del interno Carlos Albaca, con la importancia que el mismo presenta en cuanto a la socialización”, advirtió.
Y afirmó que además no puede dejar de tenerse en cuenta la naturaleza del delito, encubrimiento, por el cual Albaca fue condenado. “No podemos desconocer la función que Albaca desempeñaba como fiscal de Instrucción de un homicidio irresuelto”, remarcó. Y luego reafirmó: “la sola verificación de tener 71 años no obliga a otorgar la prisión domiciliaria. Por eso no corresponde acceder al arresto domiciliario.
Hay otras personas mayores de 70 años que están cumpliendo condena”. Albaca es el único de los condenados por el crimen de Paulina que está en la cárcel. El ex secretario de Seguridad Eduardo Di Lella y el ex jefe de Policía Hugo Sánchez cumplen sus penas en sus domicilios. El ex subjefe de Policía, Nicolás Barrera y el ex jefe de la Regional Norte, Rubén Brito ya gozan del beneficio de la libertad condicional.