El informe tiene apenas una semana, fue fechado el 1° de noviembre. Allí quedó registrado el peritaje realizado al celular marca Iphone -con funda plástica de color negro- perteneciente al ex subsecretario de Control y Coordinación del Ministerio de Planificación Federal, Roberto Baratta. De la pericia se desprende que el funcionario implicado en la causa de los cuadernos de la corrupción sabía de la existencia de los mismos -redactados por su chofer Oscar Centeno– mucho tiempo antes que salieran a la luz.
La prueba sobre la que trabaja la Justicia surge de las conversaciones que mantenían la ex pareja de Centeno, Hilda Horovitz, con Baratta. Se presume que la mujer le exigía dinero a cambio de no contar la información sensible que poseía sobre el origen de los fondos que trasladaba el chofer.
El primer diálogo ocurrió en la mañana del 20 de septiembre de 2016: “Hola buen día, soy Hilda, la ex de Oscar Centeno; hace rato que quería contarle lo que hizo Oscar, mientras trabajaba con usted en el ministerio como chofer”. La mujer le relata al ex funcionario kirchnerista la compra de un departamento en Once, que luego fue vendido para comprar otro en Olivos, la compra de otro inmueble en Salta, y la adquisición de un vehículo marca Toyota. “Hoy, el vive con todos los lujos, terminó la gestión de Cristina y el 9/12/2015 me echó”, agregó aportando otros detalles para definir que “ése es Oscar” e invitando a Baratta a que le devuelva la llamada si quiere más información.
El 27 de enero de 2017, Horovitz le contó: “Eso nunca se lo dije. Se quejaba de las migajas que usted le daba cuando iban al lugar top secret y yo le decía bueno pero por lo menos te tira algo. Rezongaba usted se llevaba lo mejor y lo arreglaba con migaja (sic.)”. Ese mismo día la ex mujer de Centeno le dijo a Baratta que gracias a él “y a los testaferros”, pudo “lograr todo lo que tiene acá y en Salta”. “Todos ayudamos a que él disfrute de lo que tiene y le vaya bien, acá yo salí perdiendo porque todos ustedes viven bien, salen de vacaciones y la buena vida”, agregó en otro texto enviado a fines de enero.
El 11 de mayo de 2017 a las 15:14 es cuando Baratta termina sabiendo, de parte de Horovitz, de la existencia de los cuadernos donde Centeno anotaba cómo el funcionario recaudaba dinero de los empresarios adjudicatarios de obra pública en los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner: “Él tenía o tiene cuadernos escritos con cada cosa donde iban con direcciones, fotos, etc. Usted está en el cantry mapuche yo se que con lo que le mando me pone en despiole o problemas con Oscar (sic.)”. Es decir que el ex subsecretario de Planificación se habría enterado de la existencia de los cuadernos de las coimas más de un año y medio antes de que los mismos salieran a la luz.Roberto Baratta (Gustavo Gavotti)
El 15 de mayo le dio más detalles de lo que escribía el chofer, su ex pareja: “Cuando iban a la cueva con fecha y horarios sacaba foto. Porque el decía que cuando termine si usted le daba una patada lo usaba eso que escribía, Yo le pedí que le de para hacer un entrepiso me dijo que va a ver cuanto me da. Yo ya le mandé el presupuesto mejor que le de todo (sic.)”.
El 22 de mayo Horovitz insistió con más información y acusaciones: “Oscar decía que estos bolsos traían los dólares robados de la cueva; y que usted le daba migajas”. La mujer precisa que son algunos de los bolsos porque “él llevaba muchos a casa de Bartolomé Mitre y acá en Olivos” y que hubo propiedades que el chofer compró en dólares “todo al contado” y se pregunta “¿Cómo un chofer de viceministro puede hacer tanto? (sic.)”.
Al día siguiente, el 23 de mayo a las 21:36, le reveló que Centeno se comunicó con ella: “Me dijo que lo estoy difamando, que todo lo que digo es mentira”. “Si es mentira, usted cree que me daría lo que le pido, si fuese mentiras ni el departamento me compra. Un chofer jamás podría haber hecho todo lo que hizo, ¿no es cierto?”, prosigue exigiéndole dinero a cambio de no contar lo que sabía del supuesto origen de aquellos fondos: “A mí no me llores que no tenés”.
El 26 de julio de 2017 vuelve a mencionar la existencia de cuadernos. “Usted que le tenía confianza, iban a cenar juntos a contarse sus cosas… ¿Sabe lo que hacía Oscar?”: la mujer le dice a Baratta que Centeno “grababa la patente del auto en el que iban”. “Le dije que tiene o tenía muchísimos cuadernos con fecha y hora donde iban”, continúa su extorsión.
El informe de los peritajes al Iphone del ex funcionario contiene además transcripciones de notas de voz. En una del 19 de mayo de 2017 Hilda le pide Baratta que hable con Centeno y le diga que las pruebas “las tiene un periodista”. “Sólo tengo que ir y decirle que actúe, nada más”, amenazó.
Centeno en una de sus declaraciones, afirmó que él mismo había quemado los cuadernos cuando creyó podía usarlos su entonces amigo, Oscar Bacigalupo, a quien se los había dejado en custodia por temor a las denuncias que estaba haciendo su ex esposa.
El contenido de los cuadernos, sin embargo, ya había llegado a Comodoro Py en marzo de 2018 de la mano del periodista de La Nación Diego Cabot. Bacigalupo, el remisero que trabajaba con Centeno, contactó al periodista y Cabot le entregó esas copias al fiscal Carlos Stornelli, que en ese momento instruía junto a Claudio Bonadio la causa conocida como GNL.Cristina Kirchner fue procesada y enviada a juicio oral (EFE)
Stornelli y Bonadio avanzaron con la investigación que terminaría sacudiendo a la política y al sector empresario en agosto de 2018.
Los empresarios -y algunos ex funcionarios como el ex secretario de Obras Públicas José López y el ex tiular del OCCOVI Claudio Uberti– contaron en la justicia cómo era el circuito de coimas para poder hacer negocios con el Estado. Con esas declaraciones ante el fallecido juez Bonadio y el fiscal Stornelli evitaron ir a la cárcel o ser liberados. Por el caso de los cuadernos, Cristina Kirchner fue procesada y enviada a juicio oral. La causa está en el Tribunal Oral Federal 7.
Desde un principio la defensa de Baratta apuntó a que los datos anotados por Centeno eran falsos o habían sido manipulados en el marco de una operación judicial para afectarlo. Argumento similar al utilizado por la actual vicepresidenta. Su fundamento pierde fuerza con las pruebas que surgieron del Iphone del ex subsecretario de Planificación y surgen nuevos interrogantes a la causa de corrupción más importante de la historia argentina.